Aunque Óscar Álvarez, diputado y exministro de Seguridad, fue claro al decir que se retira de la política y de toda actividad pública, al menos por unos meses, el movimiento Salvemos Honduras de Ricardo Álvarez planea hacerle una propuesta para que se una a sus filas.
Antonio Rivera Callejas, diputado de la Alianza Parlamentaria Nacionalista, aseguró ayer que Álvarez se fue resentido con el movimiento Azules Unidos porque no fue valorado.
“Él dijo que no es profeta en su tierra y eso significa que no lo valoraron en el movimiento donde estaba. Cuando usted dice ‘no me valoraron, no soy profeta en mi tierra’ muestra un malestar”, dijo Rivera Callejas. “Óscar Álvarez es un baluarte de nuestro partido, ya sea que esté dentro o fuera del movimiento. Es una lástima que no va a participar como candidato a diputado o alcalde porque le da muchos votos al Partido Nacional”.
A pesar de ser el diputado con más votos en la historia de Honduras y con fuerte potencial para una candidatura presidencial, Azules Unidos incorporó a Álvarez a un sondeo para disputar la precandidatura por la Alcaldía capitalina con el periodista Jorge Zelaya.
El sondeo en efecto se habría realizado y los resultados habrían mostrado que Álvarez es mucho más popular que el propio precandidato presidencial.
Según Rivera Callejas, gracias a los 270,000 votos que Álvarez sacó en Francisco Morazán en las elecciones pasadas, el Partido Nacional obtuvo 13 diputados por este departamento porque al final esos sufragios sumaron para mejorar el cociente departamental del partido.
Celos de Juan Orlando
Julio Navarro, sociólogo y experto en política, considera que la sorpresiva salida de Óscar Álvarez de la corriente Azules Unidos, de Juan Orlando Hernández, tiene su origen, entre otros puntos, “en el celo que ya comenzaba a apoderarse del presidente del Congreso porque lo podría desplazar en cualquier momento de la cabeza del movimiento”.
A su juicio, esto dio lugar a que Hernández no le satisfizo a Álvarez su exigencia de ser presentado oficialmente este domingo como el candidato a alcalde por Tegucigalpa, aunque hay otro aspirante, Jorge Zelaya, a quien el presidente del Congreso ya anunció como su candidato.
En el ambiente político se comenta que Hernández todavía no crece en las encuestas, aunque estructuralmente es uno de los precandidatos presidenciales que gozan de los mejores cuadros por el apoyo de la mayoría de diputados y alcaldes.
“No crea que Juan Orlando Hernández no está muy seguro de darles privilegios especiales a aspirantes dentro de su corriente. Esto puede generar recelo en otro tipo de figuras de su movimiento”, dijo Navarro.
“Abanderar a Álvarez como una figura preponderante dentro de su movimiento puede incluso crearle sombras a él (a Juan Orlando) que puedan creer que -ante la falta de despegue de la figura de Juan Orlando- él pueda ser un sustituto”.
Hay otra versión que también está cobrando fuerza sobre las causas de la salida del exministro de Seguridad del movimiento del presidente del Congreso Nacional.
Tesis sobre su partida
Ocurre que Álvarez, diputado más votado de Francisco Morazán con más de 270,000 votos, no se sentía cómodo al competir con Jorge Zelaya, presentador de televisión que, si bien tiene popularidad, posee la desventaja de que no ha probado en una elección ese nivel de simpatía.
Álvarez, según Navarro, “es un político que siempre está acostumbrado a encontrar los caminos pavimentados y cuando le plantearon que había que irse a disputar la candidatura a alcalde a los barrios y colonias de Tegucigalpa no va con la forma y el modo de actuar políticamente de él. Álvarez siempre ha sido una figura política mediática, apoyada por su uso de los medios de comunicación. Entonces ir a la base (a pedir el voto) para él no cuadra con su forma de ser”.
Una tercera causa que podría justificar el abandono de Álvarez del movimiento Azules Unidos es su seguridad personal y la de su familia.
