Un nuevo drama de la inmigración se produjo en las costas andaluzas (sur), con la muerte de 15 africanos clandestinos, entre los cuales nueve niños, a bordo de una embarcación que intentaba alcanzar la península, tras ser interceptado la noche del miércoles al jueves.
Una tragedia similar se había producido a principios de la semana en las riberas de la Costa del Sol (sur), cuando desaparecieron 14 inmigrantes de orígen nigeriano después que capotara su embarcación.
Al menos 14 pasajeros de la embarcación interceptada la noche del miércoles al jueves, entre los cuales chicos de 12 meses a cuatro años de edad, fallecieron durante la travesía, según testimonios de algunos de los rescatados.
Sus cuerpos 'fueron arrojados al agua por sus compañeros' de viaje, dijó a la AFP la guardia civil de Almería, y precisó que este balance no era el definitivo y que continuaban las búsquedas.
En el momento de la intercepción del barco, 'también había una mujer muerta a bordo, con los 33 sobrevivientes', precisó la guardia civil.
Según la radio nacional española, también había varias mujeres encinta a bordo de la rudimentaria embarcación y a su llegada a España los clandestinos daban muestras de una gran debilidad.
El lunes, con mar agitada, otros 14 migrantes habían desaparecido mientras se intentaba rescatarlos.
Los socorristas del mar lanzaron boyas y salvaron a 23 clandestinos, pero, según testimonios de los rescatados, un total de 37 personas se encontraban en la nave cuando dio vuelta campana y 14 personas cayeron al mar sin haber podido ser socorridas.
Candidatos a la inmigración clandestina mueren regularmente en el peligroso intento de atravesar desde las costas africanas hasta España, sobre todo hacia el archipiélago de las Canarias, en el Atlántico.
En total, 921 immigrantes ilegales perecieron en ese intento en el 2007, según APDH-A, una organización de derechos humanos andaluza.
Entre ellos, 732 perecieron al principio de su viaje, cerca de las costa oeste de Africa del Norte y 189 en las proximidades de las costas españolas, añadió la organización.
Las llegadas de clandestinos en barcos rudimentarios se multiplicaron estas últimas semanas en las Canarias, en las costas africanas del noroeste y en las costas meridionales españolas.
El ministro español del Interior, Alfredo Perez Rubalcaba, se declaró inquieto el miércoles por este recrudecimiento del fenómeno, relacionándolo sobre todo con la crisis económica y la escalada de los precios alimentarios.
'Si la situación es mala en Europa, en Africa es pésima', incitando cada vez a más africanos a querer huir de su continente, declaró en una entrevista que le hizo la radio Cadena Ser.