El presidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada, Juan Carlos Sikaffy, hizo una evaluación sobre el avance en el proceso de reapertura de la economía y agregó que lo importante ahora es promover el consumo de productos nacionales para impulsar la recuperación de empleos.
El líder empresarial también fue claro en que la pandemia debe llevar al Gobierno a fortalecer definitivamente los sistemas de salud y educación y destacó que las empresas que no cumplan con los protocolos de seguridad deben ser sancionadas.
¿Cuál es su evaluación sobre el proceso de reapertura económica?
La apertura era necesaria, no había nada que hacer. La situación económica de los hondureños es dificilísima, con más de 600 mil personas suspendidas o que han perdido sus trabajos en el sector formal. En el sector informal ya son 1.5 millones de afectados. El sector informal iba a salir de todas maneras porque la gente vive del día a día y no había forma de detenerlos.
¿Cuál debe ser el siguiente paso?
La mayoría de países van a empezar a consumir menos productos importados y es el momento en que los hondureños empecemos a consumir lo producido en Honduras porque por cada lempira que se compra en productos o servicios nacionales, se garantiza el empleo a un compatriota. Tenemos que tomar ese compromiso. También es momento de dejar las diferencias y trabajar unidos por el país.
¿Qué sector ha sido el más beneficiado con la reapertura?
Ninguno. Ha sido un perder-perder. Todos los rubros han perdido dinero, no hay rubro que haya ganado por la disrupción en la cadena de suministro en todos los sectores y todos han tenido problema para trabajar o reaperturar. Ha perdido el pueblo, el sector privado y el Gobierno.
¿Qué opina del aumento de casos de coronavirus?
El tema de salud es preocupante. Indudablemente íbamos a tener un incremento en el número de casos porque el virus está en la calle. En lo que nos enfocamos es en reducir la curva de letalidad. Yo quiero llamar a la Secretaría de Salud para que dote de todos los insumos a los hospitales. Gracias a Dios se han desarrollado los protocolos de medicinas que han dado mucho éxito al ser administrados de forma temprana. El tratamiento Maiz en una fase temprana y el Catracho en el nivel hospitalario han dado resultado y debemos felicitar al personal médico.
¿Han bajado la guardia los hondureños ante la pandemia?
La gente debe tomar conciencia de que deben protegerse, a su familia y a sus compañeros con el uso de mascarilla y distanciamiento social. Las personas, al sentir el menor síntoma, deben marcar el 911 o ir donde su jefe inmediato para que sean remitidos a un médico de la empresa o al seguro social para que le hagan las pruebas y les den los tratamientos que salvan vidas.
¿Qué opina del aumento de las pruebas?
Era más que necesario. Era una deuda retrasada que tenía la Secretaría se Salud para tener localizados los focos de infección. Con la reapertura, hay que resaltar que la empresa privada está haciendo el 10% de las pruebas y los laboratorios privados también, entonces tenemos más información y tenemos una mejor idea de los focos de infección para poner los cercos epidemiológicos y las zonas donde hay que entrar en cuarentena. Llevamos tres meses en esto y Salud ha sido negligente en hacer un correcto panorama sobre la situación epidemiológica en el país.
¿Cómo ha sido el cumplimiento de las empresas con los protocolos de bioseguridad?
Hay 240 mil empresas y creo que el cumplimiento ha sido bueno. Los comités de vigilancia y verificación deben hacer su trabajo y si tienen que cerrar una empresa que no cumple los protocolos deben cerrarla, porque debemos ser estrictos. Hay que llamar a los empresarios a que implementen todas las medidas porque en la medida que no lo hagan ponen en riesgo a los trabajadores, clientes y familias.
¿Se prevé una recuperación económica?
No veo que en el corto plazo la economía se recupere, la economía va a estar golpeada en muchos rubros importantes que hace seis meses pintaban una cosa hoy pintan otra. No anticipamos ninguna recuperación económica este año y lo que va hay que se debe tratar es que las empresas pierdan lo menos posible.
¿Cuál es el avance en el sector construcción?
La construcción ha ido más o menos, pero sentimos mucha incapacidad de Invest-H. Llegaron a tener demasiados proyectos para el personal que tienen y necesitan ayuda porque no hacen las cosas con la prontitud que se necesita. La construcción de carreteras no ha arrancado, son muy pocos los proyectos.
¿Y el sector turismo?
En el sector turismo estamos hablando de 100 mil personas están paralizadas. No tenemos vuelos internacionales y los aeropuertos solo están para vuelos humanitarios. Esto tenemos que verlo día a día y semana a semana, no podemos irnos tan largo en las previsiones. En mi opinión personal, no va a haber Semana Morazánica, ya que si se aplana la curva hay que trabajar y si no se aplana sería bueno que fuera una semana de confinamiento. No veo reactivándose el rubro de turismo por lo que significa la aglomeración de personas y por el miedo.
¿Cuál es el retraso en el sector transporte?
Solo en Teguciagalpa se mueve un millón de personas diarias en el transporte público, al igual que en San Pedro Sula y las demás ciudades. Los empresarios del rubro están conscientes de que deben tomar todas las medidas de bioseguridad, pero van a tener que reducir su capacidad del transporte al 50% y van a trabajar en déficit. Entonces, o sube la tarifa o el Gobierno subsidia. El aumento de la tarifa está fuera de orden, es inaceptable, entonces solo sería que el Gobierno subsidie es merma en transporte urbano e interurbano.
¿Cómo va el proceso de pago de decimocuarto?
Hay empresas que pueden cumplirlo, pero la mayoría lo van a diferir o realizarán acuerdos de pago. Quiero ser enfático al señalar que es un derecho adquirido, irrenunciable y se debe cumplir por ley. Sin embargo, lo colaboradores tienen que entender que si los ingresos de un patrono han estado suspendidos por 90 días va a ser difícil que cumpla, entonces esperamos que se pueda negociar.
¿Hay avances en el tema de energía?
Es un tema delicado, complejo y hay que abordarlo desde el punto de vista de las pérdidas. Durante casi cuatro años, en que ha estado la empresa contratada para tal menester, no se ha hecho el trabajo. Por eso llamo a la Superintendencia de Alianzas Público Privadas para que haga una evaluación y ponga los correctivos. Por cada punto porcentual de pérdidas, Honduras pierde 15 millones de dólares anuales y el país pierde 35 puntos porcentuales. Lo que nos cobran por ineficiencia es un 15 por ciento, entonces la ENEE pierde 300 millones de dólares anuales por pérfidas técnicas en transmisión, distribución y robo de energía. El tema toral es la reducción de las pérdidas y el pago a los generadores, ya que los bancos ya los están llamando por el vencimiento de las garantías de los contratos. Hay 10 proyectos que están en procesos legales por falta de pago.
¿Deben los bancos prorrogar el congelamiento en los pagos de préstamos a los hondureños?
El sector bancario ha hecho un buen trabajo, han mostrado su solidez y es importante, nos da certidumbre como país y como empresarios. Los bancos dieron una moratoria que se vence este mes y creo que se deberían ampliar un poco para darle a la gente un respiro, pero la Comisión nacional de Bancos y Seguros debe relajar las regulaciones en temas de reserva que encarece los préstamos y causa iliquidez al sistema.
¿Estamos más cerca de seguir con la reapertura o volver al confinamiento?
No tenemos opción, tenemos que seguir con la reapertura porque somos un país muy frágil económicamente, el 75 por ciento de la población vive en el umbral de la pobreza y no hay opción. La tarea pendiente el del Estado de dotar de medicinas, oxígeno e insumo a los hospitales para que quienes se enfermen puedan tener los tratamientos adecuados en el corto plazo y que el personal se Salud tenga los equipos para evitar el contagio. Esta pandemia nos lleva a replantear el sistema de Salud, que en los últimos 40 años ha sido un desastre a pesar de los miles de millones de lempiras invertidos anualmente y es culpa de todos porque no hemos exigido que se haga de la mejor manera posible. Lo mismo pasa con el sistema de educación.