La Unión de Notarios de Honduras (UNH), se pronunció este viernes ante las declaraciones del designado presidencial, Salvador Nasralla quien dijo que no solo los notarios deberían ser tomados en cuenta para ocupar un cargo como magistrados de la próxima Corte Suprema de Justicia(CSJ).
El funcionario además expresó que debería extender el requisito a los profesionales del derecho en general, ya que según él, es un requisito exclusivo.
“Hemos conocido, con profunda sorpresa, las declaraciones del ingeniero Salvador Nasralla, designado presidencial, en la que, en forma desaforada, profirió groseros insultos contra los hombres y mujeres que ostentamos la condición de notarios”, inicia diciendo el comunicado de la UNH.
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Agregaron que los notarios nunca han buscado ni reclamado dicha prerrogativa. Además, detallaron los requisitos que se requieren para desempeñar el cargo.
“ Las razones principales que se incluye el notariado como requisito para este cargo se hallan, de una parte, en que se considera que la más elevada magistratura de la nación requiere que la persona que la desempeña también este capacitada para otorgar la fe pública, y de la otra, que, siendo los propios magistrados de la Corte los que confieren esta autorización, no es procedente ni apropiado de que quienes carecen de ella puedan calificar e investir a terceros con tal potestad”, continúa diciendo la misiva.
Aseguraron que “La honradez no es el patrimonio de ningún gremio ni partido político. Hay notarios venales como hay políticos corruptos. Pero en ambos casos hay sobradamente más personas íntegras que deshonestas”.
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Asimismo, indicaron que en el Partido Salvador de Honduras hay decenas de notarios que han aspirado y ocupado en repetidas ocasiones distintos cargos de elección popular. “Y ahora mismo uno de ellos, de los más allegados amigos y colaboradores del señor Nasralla, acaba de ser escogido para un alto puesto de administración pública”.
Concluyeron diciendo que a quién ofende Nasralla “con sus exabruptos” no es a los notarios, sino al decoro y gravedad de su propia investidura como designado presidencial.
