06/12/2025
11:44 PM

Noche de superluna se podrá apreciar el domingo en Honduras

San Pedro Sula, Honduras.

Las miradas de los astrónomos y de millones de personas en el mundo, entre ellos hondureños, se fijarán en el cielo esta noche para ser protagonistas de otro fenómeno astronómico: la superluna.

Desde las 6:00 pm vea acá la superluna 2014: http://live.slooh.com/

Esta gran luna que los astrónomos nombran como superluna es consecuencia de que se halla hasta un 14% más cerca de la Tierra en el recorrido de su órbita (el perigeo), en comparación a su punto más alejado (el apogeo). Eso le supone convertirse en un foco de luz un 30% más brillante de lo habitual.

El Departamento de Astronomía y Astrofísica de la Facultad de Ciencias Espaciales de la Unah en Tegucigalpa estará abierto hoy para las personas que deseen observar el fenómeno. De acuerdo con la institución, la visibilidad del evento -que ocurre solo una vez al año- dependerá en gran medida de las condiciones climatológicas; sin embargo, la Unah facilitará al público sus telescopios.

El Planetario del Museo del Niño en San Pedro Sula no abrirá sus puertas al público, pero lo registrará en fotos que posteriormente serán exhibidas.

La superluna de agosto es una de las lunas llenas más grandes y brillantes del año. El Observatorio Naval de Estados Unidos dijo que la luna será 12% más grande y 30% más brillante de lo que fue en enero de 2014.

En Estados Unidos, la luna se convertirá en luna llena el domingo a las 2:09 pm (hora del este) y seguirá viéndose brillante y llena el domingo en la noche, hasta el lunes temprano por la mañana.

Lluvia de las perseidas

La superluna viene acompañada por la “lluvia de las perseidas”, quienes lucharán por el protagonismo de la noche.

Lass perseidas, una de las lluvias de estrellas más deslumbrante del año, se darán con mayor intensidad esta noche, día de San Lorenzo.

El origen de las lluvias de estrellas se encuentra en la colisión con la atmósfera terrestre de restos del paso de los cometas.

“Estos restos –explica Alfred Rosenberg, astrofísico del Instituto Astronómico de Canarias, España, son la consecuencia del paso de los cometas cerca del Sol: eso les hace sublimarse (pasan de estado sólido a gaseoso) y dejan tras de sí una nube (cola) en forma de polvo o pequeñas partículas.

La Tierra, en su órbita, cruza esta nube de restos, los cuales penetran en la atmósfera a gran velocidad, evaporándose y brillando por la gran temperatura que alcanzan”.

Existen más de una treintena de lluvias de estrellas al año. Sin embargo, son más vistosas aquellas que tienen un número superior a 12 meteoros por hora (uno cada cinco minutos de media), según la International Meteor Organization. Entre ellas destacan las quadrántidas (3 de enero), las perseidas (10 de agosto) y las gemínidas (14 de diciembre).

Por su parte, las superlunas no son tan fáciles de ver, pero su avistamiento tampoco resulta una misión imposible.

A las lluvias de estrellas se las llama de acuerdo con la constelación (región del cielo) de la que provienen. Las perseidas serían de la constelación de Perseo, y las acuáridas, de la de Acuario, por ejemplo.

Asimismo, otra manera de denominarlas consiste en asociarlas al cometa del que provienen los restos de la cola (las estrellas fugaces que se ven desde la Tierra). Las perseidas son la consecuencia del paso de la Tierra por la órbita del cometa Swift Tuttle, llamado así en honor a su descubridor Lewis Swift. Este cometa pasa cerca de la Tierra cada 130 años.

Los mitos

Existen varias historias sobre la lluvia de estrellas llamada las perseidas, que este año se verá en su total esplendor, no el 10, día de San Lorenzo, sino en la noche del 12 de agosto -sobre todo, en el hemisferio norte-, pero las que han prevalecido al cabo del tiempo son las concernientes a la cultura griega y cristiana.

El hecho de que Perseo, el semidios griego, fuera hijo de Zeus, quien habría conseguido llegar hasta su madre, Dánae, por medio de una lluvia de oro, reforzaba la teoría de una lluvia de estrellas con una explicación mitológica. La cultura cristiana dejó también su huella cuando relacionaron este fenómeno natural con las lágrimas del mártir español San Lorenzo, que falleció en Roma martirizado en una parrilla el 10 de agosto del año 258 después de Cristo.