Intibucá, Honduras.
El hambre no distingue entre razas o edades y acecha cruelmente a miles de familias en Honduras que por la extensa sequía provocada por el fenómeno de El Niño perdieron sus cultivos, los cuales eran su único recurso para comer.
Ante la escasez, toda oportunidad de probar alimento es aprovechada para sosegar temporalmente el apetito en los municipios más afectados, como pudo comprobar el equipo periodístico de Diario LA PRENSA que visitó sitios del país en los que la merienda escolar es lo único que permite a los niños resistir los embates de la hambruna.
“Para algunos niños es el único tiempo de comida que reciben al día. Hay muchas comunidades en que los niños van a la escuela especialmente por la merienda escolar, porque así las familias saben que al menos sus hijos tienen qué comer”, expresó el titular de la Secretaría de Educación, Marlon Escoto, uno de los ministros designados por el presidente hondureño Juan Orlando Hernández para recorrer los 13 departamentos más afectados por la falta de lluvias y la crisis alimentaria.
En total, en Honduras hay 146 municipios afectados por la sequía, que deja a 161,403 familias perjudicadas.
Pérdidas totales
Uno de los municipios en que la situación es más precaria es Yamaranguila, Intibucá, adonde el nivel de Inseguridad Alimentaria y Nutricional (Insan) es crítico, según el informe del comité técnico interinstitucional para la gestión de riesgo por sequía.
El equipo periodístico de Diario LA PRENSA recorrió esta zona y constató la gravedad de la situación.
En el municipio abundan los cultivos marchitos, los animales raquíticos y personas prácticamente sin nada que comer.
En la escuela del municipio los niños hacen largas filas con sus platos y vasos de plástico para recibir la merienda escolar.
Algunos solo comen un poco y el resto lo envuelven en bolsas para llevárselo a sus casas y poder compartirlo con sus familias.
“Hicimos un diagnóstico en el municipio y estamos hablando de que
se perdió el 95% de los cultivos de maíz. Hay unas 15,000 personas afectadas por la pérdida de cosechas. Las autoridades tendrán que apoyar para evitar que esta gente muera de hambre”, declaró Adonay Ramos, coordinador de la Unidad Técnica Forestal de Yamaranguila.
Los agricultores en la zona cuentan las penurias que viven por la falta de lluvias mientras observan con nostalgia sus cultivos fulminados por la sequía.
Adrián Manueles, agricultor de Yamaranguila, refleja la impotencia que sienten los trabajadores del campo.
“Tenemos ganas de trabajar, porque no queremos morir de hambre, pero nos faltan proyectos de sistemas de riego. La hambruna aquí es parte del día a día, pero no nos ponemos de brazos cruzados. Tratamos de sembrar una y otra vez”, explicó Manueles.
Buscando alternativas
El agricultor Catalino Reyes, de Yamaranguila, dio a conocer que buscan otros cultivos que resistan la falta de lluvias; pero la situación es tan extrema que nada ha funcionado hasta ahora.
“Las cosechas no las pudimos lograr. Yo siembro maíz y frijol, pero nada sirvió. Traté de sembrar guineo, pero se secó. Mis tres hijos, mi esposa y yo dependemos de lo que siembro para comer, pero todo se seca”, dijo el campesino.
También el agricultor Amadeo Hernández contó que perdió toda su cosecha. “Tenemos que ir pensando en otras plantas como plátano y yuca para comer, porque la pérdida fue en todo Yamaranguila”, lamentó.
Aumenta la crisis
La cantidad de municipios afectados por la sequía sigue aumentando en el país. Ahora la Corporación Municipal de La Virtud, Lempira, también se declaró en emergencia.
“Por la sequía en nuestro municipio, la Corporación Municipal acordó por unanimidad declarar estado de emergencia municipal. Por lo que estamos solicitando ayuda a los organismos correspondientes para prevenir la escasez de agua y alimentos en todo el municipio”, dice el acta de la alcaldía de La Virtud.
La llegada de las lluvias al país se sigue retrasando y la situación se vuelve más crítica, al grado que ya comenzaron a morir animales por la sequía, como evidenciaron las imágenes de vacas que murieron de hambre en la aldea de San Jerónimo, municipio de San Lorenzo, Valle.
Los campesinos coinciden en señalar que ya habían enfrentado problemas por la falta de lluvias en el pasado, como el año anterior, pero que el problema nunca había sido tan extremo como ahora, pues temen no poder hacer ni la cosecha de postrera y tener que esperar hasta el próximo año para poder cultivar, ya que en agosto no llovió.
Acciones
Los 13 departamentos afectados por la falta de lluvia en Honduras son Comayagua, Copán, Choluteca, El Paraíso, Francisco Morazán, Intibucá, La Paz, Lempira, Ocotepeque, Olancho, Santa Bárbara, Valle y Yoro.
Para estas zonas, el Gobierno implementa su plan de acción para llevar alimentos y ayuda a los municipios más afectadas por la sequía y hambruna en el corredor seco.
Cada ración de comida que es entregada a las familias contiene cinco libras de arroz, cinco libras de azúcar, cinco libras de frijol, cuatro libras de harina de maíz, una libra de café, dos libras de manteca, dos libras de espaguetis y una de pasta.
El hambre no distingue entre razas o edades y acecha cruelmente a miles de familias en Honduras que por la extensa sequía provocada por el fenómeno de El Niño perdieron sus cultivos, los cuales eran su único recurso para comer.
Ante la escasez, toda oportunidad de probar alimento es aprovechada para sosegar temporalmente el apetito en los municipios más afectados, como pudo comprobar el equipo periodístico de Diario LA PRENSA que visitó sitios del país en los que la merienda escolar es lo único que permite a los niños resistir los embates de la hambruna.
“Para algunos niños es el único tiempo de comida que reciben al día. Hay muchas comunidades en que los niños van a la escuela especialmente por la merienda escolar, porque así las familias saben que al menos sus hijos tienen qué comer”, expresó el titular de la Secretaría de Educación, Marlon Escoto, uno de los ministros designados por el presidente hondureño Juan Orlando Hernández para recorrer los 13 departamentos más afectados por la falta de lluvias y la crisis alimentaria.
En total, en Honduras hay 146 municipios afectados por la sequía, que deja a 161,403 familias perjudicadas.
 Tres cultivos son los más afectados Por la sequía en territorio hondureño. Estos son maíz, frijoles y maicillo. |
Uno de los municipios en que la situación es más precaria es Yamaranguila, Intibucá, adonde el nivel de Inseguridad Alimentaria y Nutricional (Insan) es crítico, según el informe del comité técnico interinstitucional para la gestión de riesgo por sequía.
El equipo periodístico de Diario LA PRENSA recorrió esta zona y constató la gravedad de la situación.
En el municipio abundan los cultivos marchitos, los animales raquíticos y personas prácticamente sin nada que comer.
En la escuela del municipio los niños hacen largas filas con sus platos y vasos de plástico para recibir la merienda escolar.
Algunos solo comen un poco y el resto lo envuelven en bolsas para llevárselo a sus casas y poder compartirlo con sus familias.
 En su desesperación, la gente siembra frijoles negros para tener qué comer.
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Los agricultores en la zona cuentan las penurias que viven por la falta de lluvias mientras observan con nostalgia sus cultivos fulminados por la sequía.
Adrián Manueles, agricultor de Yamaranguila, refleja la impotencia que sienten los trabajadores del campo.
“Tenemos ganas de trabajar, porque no queremos morir de hambre, pero nos faltan proyectos de sistemas de riego. La hambruna aquí es parte del día a día, pero no nos ponemos de brazos cruzados. Tratamos de sembrar una y otra vez”, explicó Manueles.
Buscando alternativas
El agricultor Catalino Reyes, de Yamaranguila, dio a conocer que buscan otros cultivos que resistan la falta de lluvias; pero la situación es tan extrema que nada ha funcionado hasta ahora.
“Las cosechas no las pudimos lograr. Yo siembro maíz y frijol, pero nada sirvió. Traté de sembrar guineo, pero se secó. Mis tres hijos, mi esposa y yo dependemos de lo que siembro para comer, pero todo se seca”, dijo el campesino.
También el agricultor Amadeo Hernández contó que perdió toda su cosecha. “Tenemos que ir pensando en otras plantas como plátano y yuca para comer, porque la pérdida fue en todo Yamaranguila”, lamentó.
| La mayoría de gente es pobre en Yamaranguila.
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La cantidad de municipios afectados por la sequía sigue aumentando en el país. Ahora la Corporación Municipal de La Virtud, Lempira, también se declaró en emergencia.
“Por la sequía en nuestro municipio, la Corporación Municipal acordó por unanimidad declarar estado de emergencia municipal. Por lo que estamos solicitando ayuda a los organismos correspondientes para prevenir la escasez de agua y alimentos en todo el municipio”, dice el acta de la alcaldía de La Virtud.
La llegada de las lluvias al país se sigue retrasando y la situación se vuelve más crítica, al grado que ya comenzaron a morir animales por la sequía, como evidenciaron las imágenes de vacas que murieron de hambre en la aldea de San Jerónimo, municipio de San Lorenzo, Valle.
Los campesinos coinciden en señalar que ya habían enfrentado problemas por la falta de lluvias en el pasado, como el año anterior, pero que el problema nunca había sido tan extremo como ahora, pues temen no poder hacer ni la cosecha de postrera y tener que esperar hasta el próximo año para poder cultivar, ya que en agosto no llovió.
Acciones
Los 13 departamentos afectados por la falta de lluvia en Honduras son Comayagua, Copán, Choluteca, El Paraíso, Francisco Morazán, Intibucá, La Paz, Lempira, Ocotepeque, Olancho, Santa Bárbara, Valle y Yoro.
Para estas zonas, el Gobierno implementa su plan de acción para llevar alimentos y ayuda a los municipios más afectadas por la sequía y hambruna en el corredor seco.
Cada ración de comida que es entregada a las familias contiene cinco libras de arroz, cinco libras de azúcar, cinco libras de frijol, cuatro libras de harina de maíz, una libra de café, dos libras de manteca, dos libras de espaguetis y una de pasta.
