La conferencia internacional sobre los “niños soldados” se abrió ayer en París con llamamientos a una resuelta movilización para poner fin a esta tragedia humana, que afecta actualmente a entre 250 y 300 mil menores, esencialmente en África, pero también en Asia, Colombia y Haití.
Organizada por el Fondo de la ONU para la Infancia Unicef y Francia, la reunión concluirá hoy con la adopción de los “Compromisos de París”, que plasman la voluntad política de sus firmantes de luchar por el fin de la utilización de los niños en los conflictos y la difusión de los “Principios de París”.
Estos “principios”, que actualizan los de Ciudad del Cabo, de 1997, son una guía práctica para prevenir el reclutamiento de menores de 18 años y mejorar su reinserción, con especial énfasis en las muchachas y sus hijos fruto de violaciones, los temas judiciales y los refugiados o desplazados.
Testimonio
Entre los más de 250 participantes representantes de Estados donantes y países afectados y miembros de ong y organizaciones internacionales que trabajan sobre el terreno, está el ex niño soldado de Sierra Leona, Ishmael Beah, cuyo testimonio personal pone “un rostro humano” al problema de los niños y niñas utilizados por fuerzas o grupos armados en conflictos.
“Quiero saber que cuando hablo de mi experiencia se están poniendo en marcha cosas prácticas”, explicó Beah, de 26 años y que a los 13, con sus padres y hermanos recién matados en la guerra, fue reclutado para combatir durante más de dos años, hasta que Unicef le colocó en un centro de rehabilitación en Freetown.
“Ningún niño quiere ser parte de una guerra, pero una vez está metido es la única realidad que conoce.
Durante más de dos años no supe que existiera otra cosa. Empuñar un arma era tan fácil como coger un vaso de agua”, subrayó el joven ante ministros, diplomáticos y expertos de casi 60 países, muchos de ellos europeos, pero también de otra regiones de África.
Ayuda
“Es esencial demostrar a estos niños, a estos jóvenes, que otra vida es posible”, subrayó al abrir la conferencia, el ministro francés de Exteriores, Philippe Douste-Blazy, al rechazar la “fatalidad” de que los niños soldados estén “perdidos para la paz”.
Tras recordar que están en juego muchos aspectos “humanos, económicos y de seguridad”, dijo que “nuestra primera responsabilidad” es “romper este círculo vicioso, que alimenta en su casi indiferencia el empantanamiento y contagio de los conflictos y obstaculiza toda perspectiva de desarrollo sostenible”.
Tras evocar el “indescriptible horror” de lo que viven los niñas soldados convertidas en esclavos sexuales de guerreros, dijo la directora de Unicef, Ann Venemann.
El ex niño soldado de Sierra Leona, Ishmael Beah, dio su testimonio ayer durante la conferencia en París.
Emisaria
Radhika Coomaraswamy, emisaria de la ONU, abogó porque se haga “más” para acabar con este fenómeno.
En América
Haití recluta niños por bandas delictivas más que grupos armados; en Colombia es por la guerrilla y paramilitares.
Números
2,900 niños reclutados
Hay en Colombia, según las estadísticas que maneja el informe presentado por la Unicef en Francia.
10 años
Tiene la Unicef de promover “Principios de París” para prevenir el reclutamiento de menores de 18 años.
Las niñas son las peor tratadas
“La vergüenza y el deshonor que padecen estas chicas son la principal causa de que la mayoría de ellas no se hayan presentado para la identificación y la verificación que les habrían permitido acceder a los servicios del programa nacional de reinserción”, explicó ayer el ministro de Asuntos Exteriores de la República Democrática del Congo, Raymond Ramazani Baya, en un mensaje transmitido a la conferencia.
Muy a menudo, las muchachas son repudiadas en su comunidad de origen por haber alumbrado al hijo de un jefe enemigo.
“¿Cómo hacer aceptar los hijos del enemigo? Es muy difícil, y lo mismo ocurre con sus madres. Están manchadas para siempre”, dijo Kristin Barstad, del Comité Internacional de la Cruz Roja.
El resultado es que las chicas evitan todos los dispositivos de censo. “Se produce una especie de síndrome de Estocolmo: las muchachas quedan atadas a los padres de sus hijos porque no les queda otra opción”, resume el general Babacar Gaye, de las fuerzas de la Misión de la ONU en el Congo, uno de los países en los que el reclutamiento de niños soldado y donde la violación es un arma de guerra.