05/12/2025
05:14 AM

Necesitan aulas para que alumnos sigan estudiando

En el centro educativo Antonio C. Rivera no pueden habilitar octavo grado

    La construcción de cuatro aulas es urgente para dar más oportunidades académicas a miles de jóvenes de la aldea Río Blanquito de Choloma.

    El centro básico Antonio C. Rivera carece de suficientes módulos para que los grados funcionen en su propio espacio.

    En esta comunidad, la mayoría de familias son de escasos recursos económicos, por lo que les resulta imposible enviar los estudiantes a otras aldeas.

    Santos Alberto Muñoz, director del centro básico, dijo que son más de 750 alumnos y la matrícula de las diferentes secciones de sexto grado es de las más grandes, por lo que es necesario ampliar el centro educativo para séptimo, octavo y noveno grado.

    “Todos los años egresan más de cien niños de sexto grado, de los que solo 15 van a otras comunidades para continuar sus estudios, el resto se quedan sin educación”, lamentó el maestro. Ante la emergencia un grupo de padres de familia, en conjunto con los maestros formaron un comité proconstrucción y con muchos esfuerzos comenzaron a edificar la primera aula. Fue hasta este año que comenzó a funcionar el séptimo grado con una matrícula de 104 alumnos, pero para el 2014 que ya vayan a octavo no tienen donde instalarlos, explicó Muñoz. Algunos niños que han tenido deseos de continuar sus estudios se arriesgan a largos viajes de por lo menos una hora en bicicleta hasta otras comunidades como Bijao o Puente Alto, pero han sido víctimas de robo, por lo que desisten de sus sueños de superación. Los padres de familia hacen actividades todas las semanas con ventas de comida para comprar bloques y contribuir en el proyecto. Los pobladores de la aldea hacen el llamado al Fondo Hondureño de Inversión Social (Fhis) y a la empresa privada para que les ayuden con la ejecución de la obra con miras al desarrollo del municipio.

    “Tenemos espacio físico para las aulas, solo falta el dinero para los materiales y la mano de obra”, expresó la madre de familia Raquel Padilla.

    El centro educativo recibió apoyo de empresas privadas para la reparación de los baños y el pago de la maestra de computación, pero las necesidades son muchas.