San Pedro Sula, Honduras
Los hondureños, especialmente las mujeres, se preparan para la segunda versión de Una Nación Un Día 'Yo soy más', un evento de oración con el que se busca promover la paz en Honduras.
Los organizadores de la actividad, que se efectuará el sábado en San Pedro Sula, esperan que al igual que en la primera versión se registre una asistencia masiva por parte de quienes quieren orar por la paz del país.
El predicador Dominic Russo, principal promotor del evento, dijo que “es hermoso estar en la nueva Honduras celebrando el tercer aniversario de 1Nación 1Día”.
“Estamos emocionados con el apoyo que el presidente Hernández está brindando a esta iniciativa. Este fin de semana estamos llamando a los hondureños para que se congreguen una vez más celebrando los cambios que se han realizado en los últimos tres años”.
Agregó que, ante la interrogante si una nación puede ser transformada en un día, “la respuesta es que la nación no cambia en un día, pero debido a ese día todo cambia”.
una reducción de la violencia en un 38 por ciento, la evolución en la educación escolar como nunca antes y destacó con preocupación que el 26 por ciento de las mujeres son abusadas en sus hogares en algún punto de su vida.
“Esto no debería de existir en la nueva Honduras; en la nueva Honduras las mujeres son tratadas con respeto, con honor y dignidad y creemos que al hablarle al alma de los hondureños comenzaremos a ver una transformación en esta estadística”, consideró.
En la celebración del evento evangélico se tendrá la participación de más de 100 iglesias de todo Honduras.
'Hace tres años el estadio Olímpico se convirtió en el centro de Una Nación, Un Día, y este sábado el objetivo será portencializar el papel de la mujer en la sociedad ante las estadísticas alarmantes de violenciaque sufre la mujer en Honduras tanto doméstica, física, psicológica y sexual', dijo Patricia Mejía, vocera de los organizadores.
Mejía añadió que tendremos la participación 'de una mujer que era una indigente y hoy es una multimillonaria y será el instrumento para inspirar a las mujeres de la zona norte'.
El pastor hondureño Rubén Sorto consideró que “es admirable cómo estos jóvenes pueden destinar su vida, su tiempo, sus recursos y los de otros para venir a ayudarnos; lo menos que podemos hacer los hondureños es apoyarlos e incorporarlos, porque los beneficiados somos nosotros”.
El pastor Rigoberto Gálvez expresó que “no hay que quedarnos en casa, vale la pena que todos nos unamos y enviemos este mensaje al resto del mundo: que en Honduras estamos unidos y que Honduras está cambiando”.
