Una mañana de júbilo vivieron ayer los católicos del occidente del país al recibir a su nuevo obispo, monseñor Darwin Rudy Andino.
En la celebración también hubo nostalgia por despedir al obispo que los guió durante 28 años, Luis Alfonso Santos.
Fieles de Intibucá, Ocotepeque, Santa Bárbara, Lempira y Copán se congregaron en la Universidad Católica de Santa Rosa de Copán, escenario de la sucesión apostólica entre los prelados.
La lluvia y el frío no impidieron que se viviera una ceremonia solemne llena del calor espiritual de los asistentes.
Los siete obispos de la diócesis de Honduras acudieron al acto y acompañaron a Santos al estrado principal, donde cedería lo que ha sido su vida en las últimas casi tres décadas.
Santos ofreció la homilía que llevó a su sucesión y expresó que se siente feliz de estar viviendo ese momento: “La sucesión apostólica de hoy -ayer- en Santa Rosa de Copán es parte de la historia de la Iglesia universal. Por primera vez en 95 años de esta amada diócesis, un obispo diocesano sucede a otro obispo diocesano emérito en vida”.
El obispo Santos le recordó a la feligresía que por todo debe dar gracias a Dios y ofreció la misa por todos los asistentes y sus familias y les prometió el recuerdo de la misa donde quiera que se encuentre.
“Mi lema de ordenación sacerdotal fueron las palabras del profeta Isaías, capítulo 61, que refiere San Lucas en el cuatro evangelio: ‘Los pobres son evangelizados’. Doy Gracias a Dios porque en mis 45 años de sacerdocio trabajé siempre en medio de los pobres. En los días venideros que Dios quiera concederme en esta tierra prometo continuar mi sacerdocio en un acto de oración consagrando a él todas mis energías”.
Sacerdotes de la diócesis de Occidente dieron la bienvenida al nuevo obispo Darwin Rudy Andino y agradecieron la dedicación de Santos.
El representante del papa Benedicto leyó la bendición episcopal de Andino para nombrarlo oficialmente nuevo pastor representante de la Iglesia en esa zona.
“Soy solo un servidor”
El nuevo obispo brindó un mensaje de amor a los feligreses que cobijan nuevas esperanzas con su llegada y les dijo: “Soy solo un servidor. He sido enviado a la Iglesia por el Señor para servir. Juntos trabajaremos por el Reino de Dios y anunciaremos a quien tenemos que anunciar: a Jesucristo”.
Monseñor Andino señaló la importancia de anunciar que Dios es amor. Por ello escogió que su escudo llevara el lema “Deus caritas est”, que significa “Dios es amor”.
“Hoy me envía a esta diócesis y espero que este lema se haga realidad entre nosotros. Como dice San Pablo, el amor sin fingimiento, sincero. A vivir en ese amor de dar la vida por el otro, como Cristo la dio por nosotros. Un amor que no tiene límite, que sacia, que satisface. No hay otra definición. Dios es amor y por eso la he plasmado en mi escudo, porque quiero anunciar eso”.
El obispo Andino les agradeció a todos los que lo acompañaron en ese momento y se comprometió a seguir la labor de Santos para fortalecer la diócesis y llegar a todas las aldeas para que nadie se quede sin recibir el anuncio de salvación.
“Solo quiero ser un instrumento en sus manos. Quiero que el Señor me haga dócil para él y para la Iglesia. Vengo como he sido enviado, como un servidor nada más. Esa es la misión del obispo”.
La feligresía católica de esta zona del país cantó palabras de agradecimiento para el obispo saliente Luis Santos y le dio la bienvenida con alegría al obispo Andino al cierre de la celebración.
Perfil:
Darwin Andino ramírez: nació en Tegucigalpa el 6 de agosto de 1959. Es el cuarto hijo de Roberto Andino y Zoila Angélica Ramírez.
Su confirmación fue el 22 de junio de 1980.
Ingresó en el seminario en 1981, cursó los estudios eclesiásticos de Filosofía en el instituto Filosófico Manuel Enrique Piñol de Guatemala y los de Teología en el Pontificio Ateneo Sant’Anseimo de Roma. Su ordenación sacerdotal se desarrolló en el Santuario de Nuestra Señora de Suyapa en Tegucigalpa el 8 de diciembre de 1990.
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