25/04/2024
09:38 AM

Misioneras de la Caridad siguen el legado de la madre Teresa

San Pedro Sula, Honduras.

“Sé una hermana santa”. Esa frase marcó la vida de sor Sara, una misionera que dedica la vida al servicio de los pobres y desheredados en el Hogar Don de Jesús en la colonia Bográn.

Esas palabras se las expresó la madre Teresa de Calcuta en una visita a Costa Rica, cuando la hermana Sara era apenas una aspirante.

Ese día de 1988 la hermana Sara dio unas palabras de bienvenida a la madre en un desayuno que compartieron y luego sucedió lo que jamás esperó, se dirigió a ella y con una dulzura que le impresionó le dijo esa frase que le resuena a cada momento y la compromete a servir.

12
Años
Tienen las misioneras del hogar de caminar mano a mano con personas VIH positivas. Ellas viven de la caridad y hacen caridad.
Envuelta en su sari blanco con el borde azul que caracteriza a las hermanas de la congregación Misioneras de la Caridad se emociona y dice que no puede describir lo que siente por la oportunidad que tuvo de compartir con la madre Teresa, quien será declarada Santa mañana, 19 años después de su muerte.

La congregación

La hermana Sara, de origen mexicano junto con la hermana Albinet, de India, son dos de las seis religiosas que atienden el hogar.

En todo el mundo son más de 4,500 misioneras de la Caridad repartidas en más de 100 países, entre ellos Honduras. La madre Teresa fue quien cortó el cabello de la hermana Albinet en la ceremonia religiosa de la congregación.

Ambas conocieron a la madre y confiesan que lo que sucederá mañana, cuando en una ceremonia solemne presidida por el papa Francisco la madre Teresa de Calcuta, sea canonizada, “es un regalo de Dios”.

Hogar

Domingo
4 de septiembre a las 11:00 am será la misa solemne en la catedral sampedrana por la canonización de la madre Teresa de Calcuta. Todos están invitados.
En San Pedro Sula el hogar inició en enero de 1992 en una sala habilitada en el hospital Leonardo Martínez, recogiendo y atendiendo a los moribundos de Sida de las calles de San Pedro Sula. Fue en 1998 que se trasladaron a sus propias instalaciones en la colonia Bográn, donde comenzaron atendiendo a 19 varones y 11 mujeres. Hasta la fecha el hogar ha admitido 1,215 personas, 785 varones y 430 mujeres.

Han fallecido 587 personas. Desde el 2004 comenzaron a atender a las mujeres y niños VIH positivos en Comayagua, en San Pedro Sula solo varones.

Las misioneras explican que el hogar es en sí la realización concreta del cuarto voto del carisma de las misioneras de la Caridad, que es el servicio gratuito y de todo corazón a los más pobres de entre los pobres.

Siguiendo el legado de la monja albanesa que dijo: “No podemos hacer grandes cosas, pero sí cosas pequeñas con un gran amor”, las misioneras en San Pedro Sula tienen como objetivo primordial facilitar la asistencia inmediata a fin de proveer un buen y digno morir a las personas en etapa terminal.

También facilitan un restablecimiento físico a las personas con crisis severas de salud.

La superiora del hogar es Sor Pavitra, originaria de India, quien fue discípula de la madre Teresa, precisamente en Calcuta, donde ella comenzó su apostolado.

“Cuando la madre Teresa asistía a un enfermo, para ella era como si se tratara de Jesús”, dice la superiora. Siguiendo sus enseñanzas, las misioneras en San Pedro Sula brindan atención médica a los habitantes de los bordos, a quienes llevan alimentos y, sobre todo, cariño.

Ellas son conocidas como los ángeles de los pobres y su amor no distingue raza, religión, sexo, nacionalidad o nivel social.