Al menos 200 agentes de la Policía Nacional y del Ejército realizaron de forma pacífica el desalojo de decenas de familias que ayer se quedaron sin un sitio en el cual vivir.
Un total de 150 familias construyeron sus viviendas en predios que no les correspondían y por ellos fueron obligados a destruir sus viviendas fabricadas de madera y a sacar sus pertenencias a la calle.
El desalojo efectuado en la colonia Gracias a Dios a inmediaciones de la carretera que conduce hacia Olancho, al nororiente de la capital.
Los residentes tenían más de dos años de estar ocupando los predios, y según el relato del juez ejecutor Denis Ávila Sierra, le pertenecen a la Alcaldía Municipal. El predio recuperado tiene una extensión de más de tres manzanas y en el mismo se habían lotificado más de 436 predios, de los cuales la mayoría ya estaban cercados.
Invasores de oficio
En la mayoría de los casos los afectados denunciaron ser víctimas de los invasores de oficio que viven en sectores residenciales de la capital. Entre las denunciadas por este delito está la presidenta del patronato Rosa Aminta Euceda, a quien los desalojados le acreditan haber iniciado la apertura de calles y lotificación del terreno.
En diferentes momentos, Sindy Carolina Castillo, una de las afectadas, denunció en los medios de comunicación que Euceda les habría cobrado por los predios lotificados.
“Rosa Aminta Euceda nos trajo y nos dijo que los terrenos eran privados, invertimos más de 300 mil lempiras solo en calles, luego descubrimos que el predio era de la Alcaldía Municipal”, recordó. Al paso de las acusaciones salió la acusada, Rosa Aminta Euceda, quien aseguró ser víctima de varias denuncias y agresiones de los afectados sin ningún sustento legal.