22/05/2025
07:05 AM

Miles de feligreses llenan el recinto vaticano

  • 01 mayo 2011 /

Desde la madrugada miles de fieles latinoamericanos, polacos, españoles, italianos, franceses hicieron fila para entrar al recinto vaticano.

Decenas de miles de personas llenan ya la plaza de San Pedro del Vaticano y las calles adyacentes para asistir a la proclamación como beato del papa Juan Pablo II, que dirigió la iglesia Católica desde el 18 de octubre de 1978 hasta el 2 de abril de 2005.

Desde primeras horas de la madrugada miles de fieles, entre ellos polacos, españoles, italianos, franceses y latinoamericanos, hicieron fila para entrar en el recinto vaticano.

Los primeros que entraron lo hicieron en la adyacente Vía della Conciliazione y durante la madrugada se abrieron las entradas a la plaza de San Pedro.

El idioma que más se escucha es el polaco, ya que miles de ellos asisten a la beatificación del primera papa polaco de la historia.

La beatificación de Juan Pablo II es una de las más multitudinarias de la historia de la Iglesia, ya que, según el Prefecto de Roma (gobernador civil), Giuseppe Pecoraro, asisten más de un millón de personas.

También es un evento histórico sin precedentes, ya que en los últimos mil años de la Iglesia Católica ningún papa proclamó beato a su predecesor, como ocurrirá hoy.

Aunque Benedicto XVI decidió al principio de su pontificado no oficiar ceremonias de beatificaciones y sólo de canonizaciones, de nuevo hará una excepción.

En septiembre del pasado año también proclamó beato, durante su visita al Reino Unido, al cardenal John Henry Newman (1801-1890), un converso del anglicanismo, considerado uno de los 'padres espirituales' del Concilio Vaticano II y un reconocido intelectual que ha influenciado en su formación.

Los devotos, sillas y botellas de agua en mano, comenzaron a llegar a la plaza de San Pedro a partir de las 5.30 horas local (03.30 GMT), tras participar la pasada noche en una Vigilia en la Circo Massimo de Roma.

Los 'números' de la beatificación son de vértigo: un millón los fieles previstos, que han llegado hasta Roma en autobuses, trenes especiales, una decena de barcos, decenas de aviones chárter, más los que han llegado por sus propios medios.

Más de 3.000 policías, entre municipales, carabineros y policía, vigilan el evento y jóvenes voluntarios ayudan a los asistentes. Todas las calles adyacentes al Vaticano están cortadas al tráfico y las medidas de seguridad son fuertes.

La policía recorre en lancha el río Tíber, cercano al Vaticano.

Se han instalado 14 pantallas gigantes de televisión para que todos puedan seguir la ceremonia, 400 retretes químicos, un hospital de campaña y un centenar de ambulancias.

La plaza de San Pedro se ve desde lo alto cubierta por un gran manto humano