Tegucigalpa, Honduras.
Un urgente llamado al diálogo hicieron ayer líderes de todos los sectores de la sociedad hondureña al presidente Juan Orlando Hernández y a los dirigentes políticos con el fin de evitar una nueva crisis en el país.
Para Alberto Solórzano, presidente de la Confraternidad Evangélica de Honduras, la situación que vive el país “representa una gran oportunidad, tanto una marcha como otra, o la gente que sale a la calle a expresarse, es una libertad que tiene”.
Ambas manifestaciones coinciden “en esencia en la necesidad que el país tiene de combatir fuertemente un flagelo que nos ha drenado, como es la corrupción”, dijo.
El religioso considera que “el Gobierno de la república debe aprovechar este momento y esta conciencia que tiene la ciudadanía para empujar este tema, que debemos abordarlo de una manera apropiada.
Las marchas son buenas porque tienen como punto el combate a la corrupción”.
“Lo que no debemos permitir es la confrontación del país, que esas marchas terminen siendo instrumentalizadas por personas que lo único que les interesa es desestabilizar el país, que las cosas no marchen en armonía, eso sí no podemos permitirlo”, enfatizó.
Un llamado de la juventud. Para el doctor Enrique Aguilar Cerrato, el juicio que debe emitirse sobre las marchas debe ser “objetivo y debe ser patriótico”. Creo que estamos viviendo un momento histórico en Honduras y las marchas en su esencia genuina deben considerarse “como una manifestación del pueblo hondureño, que se ha indignado por todos los acontecimientos de corrupción no solo en el Instituto Hondureño de Seguridad Social, sino también en otras instituciones”, aseguró.
No es haciendo otras marchas como se debe contestar a esto, sino dándole la seriedad y toda la importancia histórica que dichas marchas tienen, es decir, es una respuesta verdadera del pueblo hondureño y llama la atención que son jóvenes.
“Es un llamado de la juventud que nos hacen a los que ya somos veteranos a que rectifiquemos nuestra conducta, a que haya Gobiernos probos, responsables, íntegros, y eso definitivamente representará un futuro verdadero para el país”.
Debe prevalecer el diálogo
Para Hilario Espinoza, secretario general de la Confederación de Trabajadores de Honduras (CTH), “se debe participar en un diálogo entre los diferentes sectores en vez de andar en marchas en las calles”.
“Yo pienso que se debe buscar un diálogo porque no podemos nosotros los hondureños estar peleando toda la vida, porque creo que es tiempo de sentarse a planificar y hacer muchas cosas en beneficio de la población”, dijo. El dirigente obrero considera que todos debemos estar unidos para luchar por el bien del país, porque eso de estar peleando unos con los otros “es la de nunca acabar” y nunca se va a solventar la situación.
“Yo creo más bien que deben sentarse a dialogar las autoridades del Gobierno y organizaciones sociales, al igual que los mismos políticos”.
En cuanto a si deben participar en las marchas los líderes políticos, cree que sí deben participar y dialogar entre ellos y ponerse de acuerdo para saber qué es lo que queremos .
Evitar una crisis
El excoordinador del Foro Nacional de Convergencia (Fonac) Juan Ferrera pidió al presidente Juan Orlando Hernández promover un “diálogo sincero y franco” con lo sectores que en este momento le adversan.
Ferrera, el que también presidió el Consejo Nacional Anticorrupción, dijo tener temor de que se desarrolle una crisis política que mucho daño le ocasionará al país.
“Estamos al borde de una crisis si no se actúa con responsabilidad, por eso lo mejor que puede hacer cualquier persona investida de autoridad es responsablemente actuar, reforzando el Estado de derecho que no hemos tenido”, dijo el entrevistado.
Para Ferrera, el acercar a las partes inconformes, sobre todo las figuras significativas, sería de mucho beneficio para este país que sigue teniendo los mismos problemas sociales entre los que resalta una mala distribución de la riqueza.
Un urgente llamado al diálogo hicieron ayer líderes de todos los sectores de la sociedad hondureña al presidente Juan Orlando Hernández y a los dirigentes políticos con el fin de evitar una nueva crisis en el país.
Para Alberto Solórzano, presidente de la Confraternidad Evangélica de Honduras, la situación que vive el país “representa una gran oportunidad, tanto una marcha como otra, o la gente que sale a la calle a expresarse, es una libertad que tiene”.
Ambas manifestaciones coinciden “en esencia en la necesidad que el país tiene de combatir fuertemente un flagelo que nos ha drenado, como es la corrupción”, dijo.
El religioso considera que “el Gobierno de la república debe aprovechar este momento y esta conciencia que tiene la ciudadanía para empujar este tema, que debemos abordarlo de una manera apropiada.
Las marchas son buenas porque tienen como punto el combate a la corrupción”.
“Lo que no debemos permitir es la confrontación del país, que esas marchas terminen siendo instrumentalizadas por personas que lo único que les interesa es desestabilizar el país, que las cosas no marchen en armonía, eso sí no podemos permitirlo”, enfatizó.
Un llamado de la juventud. Para el doctor Enrique Aguilar Cerrato, el juicio que debe emitirse sobre las marchas debe ser “objetivo y debe ser patriótico”. Creo que estamos viviendo un momento histórico en Honduras y las marchas en su esencia genuina deben considerarse “como una manifestación del pueblo hondureño, que se ha indignado por todos los acontecimientos de corrupción no solo en el Instituto Hondureño de Seguridad Social, sino también en otras instituciones”, aseguró.
No es haciendo otras marchas como se debe contestar a esto, sino dándole la seriedad y toda la importancia histórica que dichas marchas tienen, es decir, es una respuesta verdadera del pueblo hondureño y llama la atención que son jóvenes.
“Es un llamado de la juventud que nos hacen a los que ya somos veteranos a que rectifiquemos nuestra conducta, a que haya Gobiernos probos, responsables, íntegros, y eso definitivamente representará un futuro verdadero para el país”.
La ciudadanía ha salido a marchar a las calles para exigir se capture a los corruptos.
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Debe prevalecer el diálogo
Para Hilario Espinoza, secretario general de la Confederación de Trabajadores de Honduras (CTH), “se debe participar en un diálogo entre los diferentes sectores en vez de andar en marchas en las calles”.
“Yo pienso que se debe buscar un diálogo porque no podemos nosotros los hondureños estar peleando toda la vida, porque creo que es tiempo de sentarse a planificar y hacer muchas cosas en beneficio de la población”, dijo. El dirigente obrero considera que todos debemos estar unidos para luchar por el bien del país, porque eso de estar peleando unos con los otros “es la de nunca acabar” y nunca se va a solventar la situación.
“Yo creo más bien que deben sentarse a dialogar las autoridades del Gobierno y organizaciones sociales, al igual que los mismos políticos”.
En cuanto a si deben participar en las marchas los líderes políticos, cree que sí deben participar y dialogar entre ellos y ponerse de acuerdo para saber qué es lo que queremos .
Evitar una crisis
El excoordinador del Foro Nacional de Convergencia (Fonac) Juan Ferrera pidió al presidente Juan Orlando Hernández promover un “diálogo sincero y franco” con lo sectores que en este momento le adversan.
Ferrera, el que también presidió el Consejo Nacional Anticorrupción, dijo tener temor de que se desarrolle una crisis política que mucho daño le ocasionará al país.
“Estamos al borde de una crisis si no se actúa con responsabilidad, por eso lo mejor que puede hacer cualquier persona investida de autoridad es responsablemente actuar, reforzando el Estado de derecho que no hemos tenido”, dijo el entrevistado.
Para Ferrera, el acercar a las partes inconformes, sobre todo las figuras significativas, sería de mucho beneficio para este país que sigue teniendo los mismos problemas sociales entre los que resalta una mala distribución de la riqueza.