“Invencible, soberbio, grandioso, de alma audaz y de cuerpo de acero, para herir al temible guerrero, fue precisa la odiosa traición”.
Generaciones hondureñas han cultivado en sus memorias el coraje y valentía del cacique Lempira, y con mayor intensidad en la tierra lenca.
Cada mes de julio en Honduras se conmemora la muerte del primer defensor de la soberanía nacional que libró una lucha contra la dominación española y murió a traición cuando negociaba la paz, según narra la historia.
En su cuna, en el departamento de Lempira, niños, jóvenes y adultos le rinden honor al cacique, más allá de los mitos.
La historia señala que el indio Lempira, cuyo nombre significaba “Señor de la Sierra”, nació en 1499 y falleció en 1537.
Tenía un ejército integrado por 30 mil indígenas, junto con los cuales luchó contra los conquistadores. El contingente indígena se instaló en los peñones de Congolón, Coyocutena, Piedra Parada, cerro del Broquel y Cerquín, en el departamento de Lempira.
En la ciudad de Gracias, Lempira, estudiantes realizan la dramatización de la muerte del héroe nacional.
El maestro Óscar Miranda, quien ha narrado la muerte de Lempira durante nueve años, contó que según los registros del Consejo de Indias en España, dos reconocidos docentes realizaron la adaptación en 1991.
Se habla de una fecha especial, en 1537. Lempira tenía su territorio y era difícil que lo vencieran. Llegó la invasión de los españoles y consideró que no podría solo contra ellos, convocó a todos los guerreros e hizo llegar los mensajes a los jefes de tribus para hacer las paces. Se unieron y mantuvieron a raya a los invasores.
Pero los españoles al ver la oposición y fortaleza de Lempira recurrieron a la traición. “Llegaron con una bandera blanca que simbolizaba la paz, pero atrás iba un arcabucero para ejecutar la traición y contra ello no pudo Lempira”, narró Miranda.
Otra versión
Según el historiador Mario F. Martínez Castillo, algunos cronistas contemporáneos niegan la existencia de Lempira. Ellos se basan en que no hay ninguna evidencia sobre el cacique en los “Archivos de Indias” en Sevilla.
Durante sus investigaciones, encuentra que documentos pertinentes a Lempira no estaban vinculados a Honduras, y que el soldado que combatió con el cacique provenía de México.
Ruiz habría descrito cómo el cacique atacó a un “Real” --soldado español- y luego retornó para llevarse el cadáver, tomó su ropa para usarla y luego lo colgó de un pino.
El jefe lenca creía que si combatía con esa vestimenta, podía “capturar” el poder de su enemigo. Libró una lucha cuerpo a cuerpo con el español Ruiz y murió bajo el filo de su espada. “Y de la épica hazaña, en memoria, la leyenda tan sólo ha guardado, de un sepulcro el lugar ignorado y el severo perfil de un peñón...”