La socialdemócrata Laura Chinchilla se convirtió ayer en la primera mujer en llegar a la Presidencia de Costa Rica con el reto de colmar fuertes expectativas para mantener al país por la senda del crecimiento y combatir la inseguridad.
Vestida con un sobrio traje blanco, Chinchilla recibió la banda presidencial que había lucido su mentor político y premio Nobel de la Paz, el mandatario Óscar Arias, quien recorrió a pie, flanqueado por sus ministros, los 700 metros que separan su vivienda de la tribuna donde Chinchilla escribe una nueva página de la democracia más antigua y sólida en Centroamérica.
“Sí juro”, dijo Chinchilla al comprometerse a respetar la Constitución como nueva Presidenta. En su primer discurso anunció que su bandera serán la ética, la transparencia, la familia, el esfuerzo personal y el “liderazgo moral”.
“Mi gobierno será de todas y de todos”, dijo, resaltando la política del diálogo con todas las fuerzas políticas.
En un gesto poco usual, invitó a todos los candidatos que compitieron con ella en las elecciones en las que resultó vencedora el 7 de febrero por el Partido Liberación Nacional (PLN, centro-izquierda) y a representantes de las siete provincias del país.
La seguridad, el desarrollo, la educación, una Costa Rica “más verde”, el desarrollo tecnológico y la reducción de la burocracia serán algunas de las prioridades en los próximos cuatro años, anunció.
“Trabajaremos por una Costa Rica más próspera y competitiva”, se comprometió la presidenta, flanqueada por el banquero Luis Liberman y el ambientalista Alfio Piva en las dos vicepresidencias.
La agenda
No se esperan grandes cambios en las líneas generales de la política que llevará a cabo la nueva Presidenta.
Esta especialista en seguridad pública ha abanderado la lucha contra la inseguridad ciudadana y el crimen organizado, que ha convertido a Costa Rica -al igual que al resto de la región centroamericana- en almacén y corredor de la droga que transita entre Sudamérica y el norte del continente.
Sin embargo, ha eludido hablar de reforma tributaria, lo que los analistas consideran imprescindible si quiere reducir el déficit fiscal del 5% del PIB que hereda del gobierno de Arias y cumplir sus promesas de campaña.
En política internacional, Chinchilla se ha comprometido a dar prioridad a la integración regional y trabajar por el retorno de Honduras a las instituciones regionales de las que fue expulsada a raíz del golpe de Estado de junio de 2009.
Invitados
Unos 5,800 costarricenses de todo el país, así como Presidentes de todos los países centroamericanos, Colombia, Ecuador, México y Georgia, y el príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, entre 65 delegaciones, participaron en la ceremonia al aire libre en el Parque de la Sabana, plagada de referencias a la cultura local.
Estados Unidos estuvo representado por la embajadora ante la ONU Susan Rice, y China, con el que Costa Rica estableció relaciones diplomáticas en 2007, por la ministra de Población y Planificación Familiar, Li Bin.
En el Parque La Sabana, ‘pulmón’ de la capital, el público tuvo que llegar hacia las 7 de la mañana para pasar los controles de seguridad y tomar acomodación en sillas que, en su mayoría, estaban bajo el ardiente sol matutino.
“Para nosotros es un orgullo, un placer tener por vez primera en Costa Rica a una mujer que nos represente en tan alto poder”, dijo Maricruz Villegas, madre de tres hijos y abuela de seis nietos en Coronado, un suburbio del este de San José.
“Creemos que la seguridad ciudadana debería ser la principal” tarea de la mandataria, agregó.
Villegas y otros miles de mujeres y hombres costarricenses madrugaron y desafiaron el calor de la mañana en San José, con temperaturas que se acercaron a los 30 grados, para asistir al histórico cambio de mando.
“Hoy iniciamos un capítulo nuevo de nuestra historia en Costa Rica. Nosotras las mujeres nos estamos reivindicando y nos estamos visibilizando ante la sociedad”, dijo la socióloga Bertalía Vega, de 45 años.
Pero no sólo mujeres costarricenses acudieron a acompañar a su nueva gobernante, sino miles de hombres.
“Vine porque es parte de ser costarricense, porque cada uno de nosotros se siente orgulloso cuando Costa Rica celebra su democracia”, dijo Jesús Chacón, de 40 años, un maestro de la capital.
“Pero hoy es un día muy importante porque es la primera vez que tenemos una mujer presidente”, declaró Chacón, agregando que la seguridad ciudadana debe ser “la principal tarea” de la mandataria.
Protestas dejan cinco detenidos
Cinco personas fueron detenidas tras enfrentarse a la Policía durante una manifestación simultánea a la investidura de Laura Chinchilla como Presidenta.
Raúl Rivera, jefe de la Fuerza Pública, explicó que si bien unos 200 manifestantes habían hecho una marcha pacífica hasta las cercanías del Parque La Sabana, donde se celebró el traspaso de poder, en cierto punto un grupo de jóvenes empezó a lanzar piedras y atacar a la Policía.
Los jóvenes fueron arrestados y puestos a la orden de la Fiscalía.
La manifestación, en contra de ciertas políticas del gobierno saliente de Óscar Arias, que podrían ser mantenidas por Chinchilla, estaba integrada por trabajadores de los puertos del Caribe, miembros del Partido Socialista de los Trabajadores y estudiantes.
Ellos protestaban contra un proyecto minero a cielo abierto en la zona norte del país, la concesión de los puertos caribeños y un proyecto para establecer un salario único en el sector público.
Lobo se reunió con secretario de Estado japonés y con Calderón
El presidente de la República, Porfirio Lobo Sosa, tuvo una reunión con el secretario de Estado de Japón, Koichi Takemasa, durante el traspaso de poderes en Costa Rica y hablaron de intercambio comercial, proyectos de desarrollo social, ejecución de proyectos de conservación del medio ambiente y ampliación de los programas de la Agencia Japonesa para el Desarrollo Internacional, Jica.
El encuentro fue propicio para que el representante del Japón ratificara el respaldo a la administración que preside el mandatario Lobo Sosa, en la que ha iniciado un gobierno de integración nacional.
Participaron en la reunión la ministra de la Presidencia y designada presidencial María Antonieta Guillén, el canciller Mario Canahuati, el secretario privado Reinaldo Sánchez y el ministro de Seguridad Óscar Álvarez.
Japón ha reanudo sus relaciones con el Gobierno hondureño desde el pasado 23 de abril y de esa manera reconoce que todas las acciones de la administración del presidente Lobo Sosa son a favor devolver la paz y la tranquilidad al pueblo hondureño.
Entre otros temas abordados en el encuentro, resalta el proyecto KOBAS, encaminado a mejorar los sistemas de seguridad pública en las comunidades.
Con la puesta en marcha de este programa se busca que las comunidades se involucren más en el combate contra la delincuencia y de esa forma tener lugares libres del crimen y la delincuencia.
El presidente Lobo Sosa, informó que el secretario de Estado de Japón, Koichi Takemasa, le solicitó que gestione para que la nación del sol naciente ingrese en el Sistema de Integración Centroamericana, Sica, como observador de ese organismo regional.
El gobernante hondureño expresó que fue una reunión muy provechosa para Honduras, ya que se tocaron asuntos que beneficiarán a las grandes mayorías del país.
“Ellos están muy interesados en ejecutar proyectos como la protección del medio ambiente, el fortalecimiento del intercambio comercial, el proyecto de las comunidades seguras y la profundización en los programas del JICA”, detalló el titular del Ejecutivo.
Posteriormente, el presidente Lobo Sosa conversó durante 35 minutos con su homólogo de México, Felipe Calderón, en un encuentro privado en que trataron asuntos de interés para ambas naciones.