13/05/2025
12:01 AM

La misión secreta oculta tras el rescate del Titanic

Morir en un submarino puede ser atroz, como en el Kursk, pero a veces el mar es misericordioso: las tripulaciones de nuestros dos sumergibles nucleares de ataque USS Scorpion y USS Thresher tuvieron un final rápido'.

Morir en un submarino puede ser atroz, como en el Kursk, pero a veces el mar es misericordioso: las tripulaciones de nuestros dos sumergibles nucleares de ataque USS Scorpion y USS Thresher tuvieron un final rápido'.

Quien habla, grave y pausadamente, al otro lado del teléfono desde su casa en Springfield, Illinois, es el vicealmirante estadounidense retirado Nils Thunman, ex jefe de Operaciones Navales para la Guerra Submarina del Pentágono.

Oírlo hablar a altas horas de la noche por la diferencia horaria de submarinos perdidos, de catástrofes y de la experiencia de vivir en esos ataúdes subacuáticos resulta sobrecogedor.

Trayectoria

Thunman, con una carrera de 35 años en sumergibles, sirvió en cuatro naves y comandó la flota de submarinos del Pacífico; es un hombre que tiene muchas cosas que contar.

Pero su 'historia de mar favorita', arranca el día que entró en su despacho el explorador subacuático Robert Ballard y le pidió ayuda para encontrar al Titanic.

'Yo pensé que aquel joven entusiasta no tenía ninguna oportunidad, que era una idea loca', rememora Thunman, 'pero le dije que la Marina y él nos podíamos ayudar mutuamente'.

Así empezó una de las misiones secretas más alucinantes que puedan imaginarse, digna de la más aventurera película de espías: un pacto fáustico entre Ballard y la fuerza naval estadounidense.

Por este acuerdo, el explorador recibiría apoyo y financiación para su búsqueda a cambio de que, usando la misión del Titanic de tapadera, investigara como primer objetivo las tumbas bajo el Atlántico de los submarinos nucleares Scorpion y Thresher, avanzados y silenciosos depredadores perdidos en los sesenta, en plena Guerra Fría.

Reactores

'Queríamos saber exactamente por qué se habían hundido, y estábamos preocupados por el estado de sus reactores, por si había fuga radiactiva', recuerda el vicealmirante.

'También nos interesaba ver si alguien, especialmente los soviéticos, los habían visitado'.

El acuerdo, que parece un extravagante cruce entre las películas Titanic y La caza del Octubre Rojo, se selló en 1982.

Ballard se hizo a la mar y estudió con su avanzada tecnología pagada en buena parte por la Marina ambos sumergibles, descubriendo datos valiosísimos para el Pentágono.

Sólo después, en 1985, cumplida su parte del trato, siguió adelante y localizó el Titanic.

Incrédulo

'Cuando me llamó para anunciármelo desde alta mar, por una línea que no se oía bien, y dijo: ‘Lo encontramos’, yo le respondí: ‘¿El qué?', recuerda el vicealmirante. 'El Titanic..., no podía creerlo'.

El misterioso final del Titanic, la historia de que su hallazgo dependió de un capítulo secreto de la guerra fría y que el rutilante transatlántico se hermanó bajo el océano con los mortales tiburones nucleares, se ha podido conocer ahora al desclasificarse la información sobre la operación.

Además

Experiencia

'La Marina estaba muy interesada en la tecnología que habíamos desarrollado', explicó recientemente Ballard a la cadena CNN.

'Querían saber por qué se habían perdido sus dos submarinos. Sus datos al respecto eran limitados. No fue realmente una búsqueda, porque conocían el lugar en que se hallaban' agregó.

Tecnología

El Thresher, nombre inglés del tiburón zorro, de larga aleta caudal y el Scorpion son los dos únicos submarinos nucleares perdidos por Estados Unidos y fueron diseñados para dar caza a sus homólogos soviéticos.

El Thresher se hundió el 10 de abril de 1963 frente a las costas de Nueva Inglaterra.

Exploración

Ballard llegó al Scorpion en julio de 1985 y encontró una escena similar a la del Thresher: el sumergible aplastado y restos dispersos en una larga línea tipo cola de cometa. En este caso, el Scorpion estaba además partido en dos trozos. Sin embargo, no encontró evidencia de un ataque de torpedo.

Números

1,500 pasajeros

Murieron la noche que el Titanic colisionó con un iceberg. Sólo 700 personas lograron salvarse.

11 años

Atrás el director James Cameron llevó la historia del Titanic a las salas cinematográficas.