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'La Constituyente solo busca reformar artículos pétreos”

  • 31 octubre 2013 /

El diputado Yuri Sabas opinó que la Constitución de la república puede reformarse en un 98%.

Tegucigalpa, Honduras

La Asamblea Nacional Constituyente no es la “varita mágica” que resolverá los grandes problemas sociales y económicos que enfrenta la sociedad hondureña, como la inseguridad y el desempleo, coincidieron ayer analistas, expertos en derecho y legisladores.

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Yuri Sabas, uno de los consultados por LA PRENSA señaló que “el único propósito es la derogación de los artículos pétreos”, pero concretamente los que se refieren a la reelección presidencial y a la alternabilidad en el ejercicio de la Presidencia de la República.

La Constituyente es uno de los principales objetivos contemplados dentro de la plataforma política y programática del naciente partido Libertad y Refundación (Libre) que impulsa la candidatura de Xiomara Castro, esposa del expresidente Manuel Zelaya Rosales.

El tema ha vuelto a dividir a la sociedad hondureña y en la discusión están los que piensan que la Constituyente vendría a resolver el problema de inequidad existente en Honduras en donde una minoría se queda con la mayor parte de la riqueza, mientras una minoría sigue excluida de los beneficios del desarrollo. Por otro lado, están los que consideran que la Constituyente no es la panacea a los grandes problemas del país, porque lo que busca es entronizar en el poder a un grupo de políticos y exfuncionarios encabezados por el expresidente Zelaya, que ya estuvieron gobernando el país por más de tres años sin resultados favorables para la mayoría de la población.

Los expertos, por su parte, coinciden que una Constituyente por sí sola no viene a generar las transformaciones que la sociedad espera y que la Constitución actual es posible modificarla casi en su totalidad, con la excepción de los pétreos. Como ejemplo, uno de los abogados comparó que el Código Penal ha sido reformado para endurecer las penas, pero eso por sí solo no ha logrado bajar la criminalidad y la violencia.

Raúl Pineda Alvarado: “La Constituyente no tiene efectos mágicos”

Raúl Pineda Alvarado, analista y abogado constitucionalista, dijo que jurídicamente la Constituyente “es un absurdo” porque ninguna ley puede generar transformaciones en la sociedad ni resolver los problemas que se pueden solventar por otras vías y no por el camino de la legislación.

“Al fin y al cabo una Constituyente lo que hace es una nueva Constitución y en esencia esta es una ley que no tiene efectos mágicos”, afirmó Alvarado.

Consideró que ve la posibilidad de una constituyente muy remota, en tanto que quien gane el Ejecutivo no va a tener el control sobre el Congreso Nacional, por donde inevitablemente tiene que pasar alguna iniciativa de esta naturaleza.
Además recordó que el tema ha sido causa de polarización y conflicto en Honduras.

“La veo muy remota de ser llevada a la práctica porque los problemas que va asumir el nuevo Gobierno serán de tal naturaleza que el escenario de la nueva administración será políticamente conflictivo y económicamente desastroso, lo que obligará a la sociedad a dedicarse a otro tipo de cosas y no a un tema que en vez de reconciliar, homogenizar y generar acuerdos, va agudizar los procesos de polarización y confrontación”, dijo.

Asimismo, el jurista expuso que este es un tema sujeto a un amplio debate nacional, porque no está contemplado bajo el actual modelo constitucional, por consiguiente se tendría que pensar en una Constituyente que haga desaparecer el Congreso o que funcione paralelamente como ha sucedido en algunos países del sur, lo que implicaría una transformación en el sistema de Gobierno.

Detrás del tema de la Constituyente están los que se pretenden perpetuar en el poder e ilustro que ciertos partidos políticos cuando llegan al poder se convierten en maquinarias electorales, que no sirven para gobernar, pero sí para ganar elecciones, como ha pasado en Venezuela y en Bolivia. “El único propósito que tiene una Constituyente es ampliar los períodos de gobierno o permitir la reelección presidencial”.

Juan Carlos Barrientos: “Lo único que buscan es la reelección presidencial”

Una Constituyente solo puede convocarse cuando se va a fundar el Estado o cuando se ha roto el orden constitucional, entendiéndose por esto la disolución de los poderes constituidos, extremos que no pasaron en la crisis política de 2009, manifestó Juan Carlos Barrientos, catedrático de la Facultad de Derecho y connotado constitucionalista.

Explicó que en Venezuela y Ecuador existe un artículo en la Carta Magna que contempla la convocatoria de un plebiscito con el 51% del voto favorable de la población con único fin de convocar una Asamblea Constituyente que trabaje paralelamente al funcionamiento de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

“En Honduras no existe ese tipo de situaciones, entonces la pregunta es: ¿Para qué queremos una Constituyente y cuál es el objetivo?, si en el país se puede reformar la Constitución en un 98% con el actual Congreso, sin tener que convocar a una Asamblea Nacional Constituyente”, afirmó.

A renglón seguido, explicó que lo único que no puede reformar el actual Congreso son los artículos pétreos que se refieren al territorio, la forma de Gobierno y el período presidencial de cuatro años.

“Lo que le interesa a Mel Zelaya y a Libre es la reelección presidencial, eso es lo que andan buscando y lo que pasa es que le mienten al pueblo y no le quieren decir la verdad, que lo que quieren es una Constituyente, no para refundar el Estado, sino que se quite el concepto de que los presidentes no se pueden reelegir, enfatizó.

Barrientos dijo que Zelaya está interesado en este tema, porque el cree que es el nuevo Francisco Morazán que va a refundar el Estado.

“Eso es todo, lo que andan buscando es la reelección presidencial para que Manuel Zelaya vuelva aspirar a ser presidente del país”, enfatizó.

En ese orden de ideas, el experto expresó que la Constituyente no se justifica, porque se trata simplemente de “una idea trasnochada, tendiente a la reelección presidencial para favorecer los intereses de Mel Zelaya”.

Yuri Sabas: “Están engañando al pueblo con la Constituyente”

A juicio del diputado liberal, Yuri Cristhian Sabas, la Constituyente la están vendiendo como la panacea para hacer las grandes reformas institucionales que requiere el país, pero eso no es cierto porque serán impulsadas sin consultarle al pueblo.

Aclaró que en su condición de liberal está a favor de las reformas institucionales, pero a través de un referéndum, es decir, preguntándole a los hondureños si en realidad están de acuerdo en la reelección, en que se prorrogue el período presidencial o si están a favor de que se inhabiliten los presidentes del Congreso para que no busquen desde ese puesto la Presidencia de la República.

“Que el pueblo sea el que conteste, pero no quieren consultarle al pueblo, lo que quieren es engañar a la ciudadanía a través de la mentada Constituyente y ahí los que van ir a opinar son 128 diputados o la cantidad de constituyentes que se fijen para reformar la Constitución”, dijo.

El parlamentario agregó que ese es un extremo que no se justifica, porque el actual Congreso Nacional prácticamente es una Asamblea Constituyente derivada, es decir, que puede modificar todo el articulado menos los artículos pétreos.

En ese sentido, opinó que el proyecto de Libre es montar una Constituyente original que modifique o reforme toda la Constitución de la República, incluyendo los artículos pétreos que hacen referencia a la prohibición para la reelección presidencial.

“El único objetivo es la reforma de los artículos pétreos, yo soy de la idea que deben de reformarse los pétreos, pero a través de un referéndum, porque se trata de una ley que se tiene que cambiar y así la gente pueda decidir si está de acuerdo en que se modifiquen”, apuntó.

Sabas ilustró que el artículo 5 constitucional establece que el poder emana del pueblo a través de sus representantes, que en este caso son los diputados, y si la población decide a través de un referéndum que debe permitirse la reelección, a los legisladores no les quedaría más remedio que acatar esa orden del pueblo.