“Si pasamos nuestra vida diciendo ‘yo no robo, yo no mato, yo no fumo, o yo no bebo’, y omitimos ‘yo amo a mi prójimo, yo perdono a mi prójimo, yo sirvo a mi prójimo, yo alargo mi mano solidariamente’, sería una vida muy hipócrita, simple”.
El reflexivo mensaje lo envió a los hondureños el obispo auxiliar de la diócesis de Tegucigalpa, monseñor Juan José Pineda, en la homilía dominical. El prelado aconsejó un cambio de actitud para ir a la vez transformando el rumbo que lleva el país.
“Si no amamos al prójimo con todo nuestro corazón, con toda nuestra mente y con todo nuestro ser, como decimos que amamos a Dios, entonces ésas serán simplemente palabras”, expresó el obispo. El líder religioso comparó al cristiano que ama a su hermano con una casa que es edificada sobre la roca, la cual no puede ser destruida.
“Cuando estamos en comunión con Dios y con nuestros hermanos, entonces edificamos nuestras vidas sobre roca firme”, reflexionó. Añadió que “cuando edificamos nuestra vida sobre la reconciliación y nos dejamos perdonar por Dios y perdonamos a nuestro hermano, entonces somos fuertes”. Insistió a los fieles en procurar la reconciliación.
