San Pedro Sula, Honduras.
El hospicio San José, de la Iglesia Católica, ubicado en la colonia San Vicente de Paúl, ha sido un gran apoyo para más de 1,500 personas diagnosticadas con una enfermedad crónica en etapa terminal.
Comenzó a operar en 1992 en una vivienda en dicha colonia, pero ahora funciona en un lugar más amplio. Fue concebido con la idea de ayudar a personas con VIH/sida en etapa terminal; sin embargo, hoy en día brinda atención a pacientes con cáncer, tuberculosis y padecimientos neurológicos, manifiesta Catherine Oleary, representante legal de la organización (St. Joseph’s Hospice).
El hospicio actualmente tiene 19 personas internas, entre adolescentes y adultos, quienes reciben atención de enfermeras las 24 horas del día.
Ellos han ingresado al centro debido a que sus familiares no pueden cuidarlos o no saben cómo suministrarles los medicamentos que requieren y las enfermeras que ahí laboran son quienes los atienden, explica Oleary.
Para ingresar al hospicio, los requisitos son el diagnóstico incurable del médico que ha tratado al paciente y que requiera de cuidados de enfermería las 24 horas.
Aparte de brindar atención especializada a los internos se les da apoyo espiritual.
“Somos un centro de especialidad de enfermería. Muchos centros trabajan en lo mismo que nosotros, pero somos los únicos que podemos manejar sondas en los pacientes o cuando necesitan la hidratación intravenosa, y siempre trabajando bajo las órdenes de los médicos especialistas. Nuestra especialidad es cuidados paliativos en etapa terminal”, expresa Oleary.
Apoyo
El centro tiene muchas necesidades y el 75% del presupuesto es para el pago de empleados. “Hemos trabajado con el mismo presupuesto los últimos cinco años. Los empleados hacen dos días al mes de voluntariado”, comenta. El hospicio requiere de más enfermeras auxiliares, así como de personal voluntario en la cocina y otras áreas.
El hospicio San José, de la Iglesia Católica, ubicado en la colonia San Vicente de Paúl, ha sido un gran apoyo para más de 1,500 personas diagnosticadas con una enfermedad crónica en etapa terminal.
Comenzó a operar en 1992 en una vivienda en dicha colonia, pero ahora funciona en un lugar más amplio. Fue concebido con la idea de ayudar a personas con VIH/sida en etapa terminal; sin embargo, hoy en día brinda atención a pacientes con cáncer, tuberculosis y padecimientos neurológicos, manifiesta Catherine Oleary, representante legal de la organización (St. Joseph’s Hospice).
El hospicio actualmente tiene 19 personas internas, entre adolescentes y adultos, quienes reciben atención de enfermeras las 24 horas del día.
| Algunos han logrado recuperarse con los cuidados y medicamentos, pero otros han perdido la batalla.
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Para ingresar al hospicio, los requisitos son el diagnóstico incurable del médico que ha tratado al paciente y que requiera de cuidados de enfermería las 24 horas.
Aparte de brindar atención especializada a los internos se les da apoyo espiritual.
| Las personas interesadas en ayudar al hospicio pueden llamar al 9818-2701 y al fijo 2559-3184.
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Apoyo
El centro tiene muchas necesidades y el 75% del presupuesto es para el pago de empleados. “Hemos trabajado con el mismo presupuesto los últimos cinco años. Los empleados hacen dos días al mes de voluntariado”, comenta. El hospicio requiere de más enfermeras auxiliares, así como de personal voluntario en la cocina y otras áreas.
| Al mes, el hospicio entrega 50 provisiones a igual número de familias de la comunidad.
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