Una hondureña originaria de La Entrada, Copán, que reside en Estados Unidos, está clamando por ayuda tras un severo cáncer de ovarios que la ha mantenido hospitalizada.
El relato de Claudia Castillo residente en Houston, Texas, es dramático. Su vida dio un giro inesperado hace dos años desde que fue diagnosticada con la faltal enfermedad.
'Hace dos años fui diagnosticada con cáncer de ovario que había hecho metástasis en todo el abdomen. Busqué una excelente oncóloga para iniciar el tratamiento. Me programaron una laparoscopia exploratoria en la que solamente pudieron extraer el tumor principal y tomar fotografías por que todo estaba super inflamado', narró.
Contó que después de ese proceso le ordenaron quimioterapias para reducir la inflamación y así poder verificar qué órganos estaban invadidos.
Después de tres ciclos de quimioterapias le practicaron análisis para comprobar que ya estaba lista para una histerectomia radical a través de la cual fue necesario extraerle sus ovarios, útero o matriz, trompas de falopio, parte del intestino, parte de sui vejiga y la apéndice.
Yo sigo apegada a las promesas que Dios tiene para mí. También le digo que si es su voluntad llevarme a su presencia que por favor me de una muerte tranquila y en paz |
Castillo después fue sometida a una cirugía llamada histerectomia radical. 'Me dejaron tomando una quimioterapia en pastilla que tendría controlado algo extra mega microscópico que quedó allí. Pero resulta que no funcionó y después pasé por todos los tipos de quimioterapias que existen para tratar el cáncer de ovario y no funciona nada. El cáncer sigue progresando'.
La enfermedad no le dio señales a la hondureña que siempre cumplía a cabalidad los exámenes rutinarios que las mujeres deben hacerse.
'Nunca tuve síntomas que fueran a preocuparme. De hecho dos meses antes de mi diagnóstico me habían hecho papanicolau, ultrasonido vaginal, ultrasonido abdominal y análisis de sangre y todo salió bien. Ha ingresado cuatro veces al hospital, la última para extraer los tumores que había aparecieron por segunda vez.
Tras luchar por sus propios medios ahora apela a la solidaridad de los hondureños o personas en general de buen corazón para financiar un tratamiento alternativo cuyo costo asciende a más de 26 mil dólares.
'Estoy clamándole a Dios que me deje en el porcentaje de los que sobreviven pero mi diagnóstico es malísimo. Yo sigo apegada a las promesas que Dios tiene para mí. También le digo que si es su voluntad llevarme a su presencia que por favor me de una muerte tranquila y en paz. Ya no aguanto estar yendo y viniendo del hospital', confiesa la hondureña quien está casada con un mexicano y con quien tiene un hijo de cinco años.
Las personas que deseen colaborar con ella pueden hacer sus donativos en línea a través de la página Gofundme en el siguiente link: https://www.gofundme.com/2f46nz8k
![]() La hondureña está acudiendo a su último recurso para intentar salvar su vida.
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