Llegar al Refugio de Vida Silvestre Cuero y Salado es una experiencia inolvidable con la naturaleza. Este fascinante lugar está ubicado frente al mar Caribe, entre los municipios de El Porvenir, San Francisco, Esparta y La Masica, en el departamento de Atlántida.
La aventura comienza en la comunidad de La Unión, El Porvenir, donde deja su vehículo para abordar una “burra”, (pequeño tren impulsado por un motor sobre la línea férrea).
155,000 Mil lempiras fue el costo para restaurar dos burras que sirven de transporte al refugio y cuatro lanchas para el recorrido por el río.
Tras recorrer unos 30 minutos entre haciendas y bosque se llega al caserío Salado Barra, donde está el centro de visitantes junto al río Salado. Desde ahí, los turistas pueden hacer un recorrido en lancha por este paraíso natural, rodeado de vegetación y manglares.
Durante el tour se puede ver el manatí antillano, símbolo del refugio y en peligro de extinción. Asimismo, diversas especies de aves, monos cara blanca y aulladores, osos hormigueros, cocodrilos y caimanes. También hay una ruta que conecta con los senderos acuáticos El Espejo, El Olingo, Boca Cerrada y El Coco.
Además, se puede degustar de la gastronomía local, comprar “souvenirs” y, si desea pasar la noche, hay cabañas disponibles.
El refugio de vida silvestre es manejado por la Fundación Cuero y Salado (Fucsa). Este año esperan a un poco más de tres mil turistas a la zona.
Desde el inicio de la pandemia en 2020 no se podía acceder al sitio, ya que el motocarro proporcionado por el Ferrocarril Nacional dejó de operar por averías.
Con el apoyo financiero de Usaid y gestiones de la Cámara Nacional de Turismo (Canaturh) y Fucsa, el jueves recién se entregaron dos burras para transportar a los turistas.
“Tocamos puertas y hemos logrado habilitar las burras gracias a los cooperantes”, dijo Ana Paz, directora de Fucsa.
“Los invitamos a visitar este paraíso natural, que poco a poco se está restaurando”, dijo Jorge Brower, presidente de Canaturh La Ceiba. También se está restaurando la línea férrea, ya se terminó la primera etapa de un kilómetro, de nueve que son.
“Hemos lanzado el proyecto, que busca mejorar el acceso al refugio y las actividades acuáticas para generar nuevos productos”, aseguró Gissell Santos, directora ejecutiva nacional de Canaturh.
