El frente frío que afecta al país desde la noche del miércoles ya deja las primeras lluvias en La Ceiba y el resto del litoral Atlántico. Los departamentos de Atlántida, Colón y Olancho se encuentran en alerta roja por 48 horas, desde las 12:00 del mediodía de ayer miércoles, mientras que el resto del país se mantiene en alerta amarilla y verde.
Unas 35,000 personas, que resultaron afectadas por la tormenta Sara en el litoral Caribe hace aproximadamente siete días, aún no se recuperan completamente y ya se preparan para tomar precauciones ante nuevas inundaciones, debido a que residen en zonas vulnerables.
“No va a llover con la misma intensidad que la tormenta Sara, pero como los suelos están saturados, se decidió decretar alerta roja para esta región. Pedimos a la población que tome sus medidas, sobre todo aquellas que residen en zonas bajas”, declaró este jueves Florentino Martínez, representante de Copeco.
Se espera que caigan aproximadamente 160 milímetros de lluvia en el litoral Caribe entre hoy jueves y mañana viernes. Impacto de la tormenta Sara aún persiste.
Colón y Atlántida fueron los departamentos más afectados por la tormenta Sara. En La Ceiba, el puente Saopin, que conecta ambos departamentos a través de la carretera CA-13, se partió en dos, lo que ha provocado un gran caos vehicular, ya que el paso es posible únicamente por un puente alterno.
Además, la zona de la Cuenca del Cangrejal continúa incomunicada, ya que cerca de 800 metros de la carretera de acceso fueron destruidos, y unas veinte viviendas quedaron completamente devastadas en aldeas como Los Limpios y Río Viejo.
Los habitantes de catorce comunidades en esta área siguen sin acceso a fluido eléctrico, agua potable ni señal de telefonía. La alcaldía de La Ceiba, junto con la Secretaría de Infraestructura y Transporte (SIT), trabaja en el restablecimiento del paso para vehículos y motocicletas.
En Colón, los municipios de Santa Rosa de Aguán y varias aldeas de Tocoa, sufrieron los mayores daños. En estas áreas, algunas viviendas permanecen bajo el agua, afectando gravemente a sus habitantes.
