El narcotraficante hondureño Fabio Lobo está implorando que lo dejen en libertad, pese a que fue condenado a pasar 24 años en una prisión de Estados Unidos.
Él solicitó una liberación compasiva a la justicia de EUA, por temor a contagiarse de covid-19.
Un documento remitido por Lobo a la Corte Federal del Distrito Sur de Nueva York señala que el hondureño busca salir de prisión por condiciones de salud y porque es vulnerable al covid-19.
Lobo, hijo del expresidente Porfirio Lobo Sosa (2010-2014) es consciente que un tribunal no puede modificar un término de prisión una vez que se haya impuesto. Pero él aduce que esta regla está sujeta a ciertas excepciones.
Esta es la disposición de liberación compasiva, que permite a los prisioneros a través de la Oficina de Prisiones buscar una modificación de su sentencia directamente en la Corte.
Lobo tiene 50 años y afirma que padece hipertensión, infecciones respiratorias y problemas renales, lo que provoca un mayor riesgo de contagio. En su carta dice que estará sujeto a una deportación inmediata a Honduras, donde vivirá con su hermana.
El expediente de sentencia y encarcelamiento de Lobo sugiere que está arrepentido y rehabilitado, y que ha tomado varias horas de educación y cursos vocacionales mientras ha estado preso.