Belén Gualcho, Ocotepeque, Honduras.
Casas con paredes agrietadas, pisos levantados o hundidos y muros a punto ceder, son algunas de las características que hay en decenas de viviendas de este pequeño municipio de Ocotepeque.
Con el fin de identificar cierta inestabilidad en los suelos debido aparentemente a fallas geológicas, un grupo técnico de ingenieros de diversas instituciones realizan un estudio que definirá si varias zonas en el referido municipio son habitables o no. Al final la investigación señalará si es necesaria o no la reubicación de decenas de familias que se encuentran en riesgo.
A pesar que son muchas viviendas las que presentan daños por la inestabilidad de los suelos, se logró identificar como los barrios más problemáticos La Tejera, El Paraíso y Suyapa, este último fue edificado sobre un viejo cementerio.
Jorge Miguel Aguilar, oficial del departamento de Prevención y Mitigación de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), aseguró: “ Estamos suponiendo que hay fallas geológicas y por ello hemos montado una investigación en los suelos del municipio”. Según el técnico, se trasladó un acelerógrafo que ofrece un reporte de las frecuencias del suelo, un resistivímetro y un terrámetro para medir la profundidad de los estratos del suelo, entre otros factores que serán indispensables para definir si la zona es habitable. “Queremos que la comunidad pueda saber qué zonas son vulnerables y cuáles son inseguras, además que los lugares donde se pretende reubicar a la población puedan ser seguros para un eventual traslado”, indicó el ingeniero.
El estudio de microzonificación sísmica definirá los movimientos del suelo y es realizado por un equipo multidisciplinario conformado por personal técnico de instituciones como Copeco, Usaid Proparque, alumnos de la Universidad Católica y de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, Asonog y cuenta con la supervisión y validación del estudio por parte del Instituto Hondureño de Ciencias de la Tierra.
Hilde Cartagena, subcomisionado regional de Copeco, indicó que “se trata de un estudio especializado de costos altos debido a que se usan aparatos de alta tecnología. El costo total anda cerca del medio millón de lempiras”.
El alcalde municipal, José Eliseo Ventura, aseveró que no buscan alarmar a nadie, pero de este estudio depende si se sigue construyendo o no en el municipio. “Toda la vida hemos sabido que hay fallas, pero nunca habíamos tenido un estudio que lo respalde”.
Casas con paredes agrietadas, pisos levantados o hundidos y muros a punto ceder, son algunas de las características que hay en decenas de viviendas de este pequeño municipio de Ocotepeque.
Con el fin de identificar cierta inestabilidad en los suelos debido aparentemente a fallas geológicas, un grupo técnico de ingenieros de diversas instituciones realizan un estudio que definirá si varias zonas en el referido municipio son habitables o no. Al final la investigación señalará si es necesaria o no la reubicación de decenas de familias que se encuentran en riesgo.
A pesar que son muchas viviendas las que presentan daños por la inestabilidad de los suelos, se logró identificar como los barrios más problemáticos La Tejera, El Paraíso y Suyapa, este último fue edificado sobre un viejo cementerio.
Jorge Miguel Aguilar, oficial del departamento de Prevención y Mitigación de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), aseguró: “ Estamos suponiendo que hay fallas geológicas y por ello hemos montado una investigación en los suelos del municipio”. Según el técnico, se trasladó un acelerógrafo que ofrece un reporte de las frecuencias del suelo, un resistivímetro y un terrámetro para medir la profundidad de los estratos del suelo, entre otros factores que serán indispensables para definir si la zona es habitable. “Queremos que la comunidad pueda saber qué zonas son vulnerables y cuáles son inseguras, además que los lugares donde se pretende reubicar a la población puedan ser seguros para un eventual traslado”, indicó el ingeniero.
El estudio de microzonificación sísmica definirá los movimientos del suelo y es realizado por un equipo multidisciplinario conformado por personal técnico de instituciones como Copeco, Usaid Proparque, alumnos de la Universidad Católica y de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, Asonog y cuenta con la supervisión y validación del estudio por parte del Instituto Hondureño de Ciencias de la Tierra.
Hilde Cartagena, subcomisionado regional de Copeco, indicó que “se trata de un estudio especializado de costos altos debido a que se usan aparatos de alta tecnología. El costo total anda cerca del medio millón de lempiras”.
El alcalde municipal, José Eliseo Ventura, aseveró que no buscan alarmar a nadie, pero de este estudio depende si se sigue construyendo o no en el municipio. “Toda la vida hemos sabido que hay fallas, pero nunca habíamos tenido un estudio que lo respalde”.
