Mientras este mes comenzará a aplicar aumentos del 9 y 12% al cobro de ajuste por combustible en las facturas de sus abonados, las planillas de personal siguen creciendo en la Empresa Nacional de Energía Eléctrica, Enee.
Esas planillas supernumerarias se suman a los problemas de ineficiencia operacional y pérdidas, altos costos de generación, inversiones postergadas y al rosario de demandas incoadas ante los tribunales por ex empleados y proveedores.
La Enee cerró 2009 con un déficit financiero de 300 millones de lempiras, una mora de 1,300 millones de lempiras y pagó a los proveedores de energía térmica unos 10,000 millones de lempiras. Aún así, los gastos excesivos no se detienen.
Planilla
Según documentos en poder de LA PRENSA, sólo en la subgerencia noroccidental de la estatal la planilla aumentó en cuatro millones de lempiras producto de nuevas contrataciones en las que figuran procuradores, asesores y asistentes de oficinas.
La propia oficina del subgerente Ricardo Bermúdez que hasta marzo tenía cinco empleados, ahora tiene 21 que en su conjunto devengan 630,000 lempiras al mes cuando con sólo cinco empleados se erogaba en sueldos 217,000 lempiras. En total hay cinco asesores, tres asistentes, dos secretarias, un ingeniero, un procurador, un enlace de medios, un jefe de relaciones públicas, un analista laboral, dos coordinadores de ingresos, un coordinador y supervisor y hasta un enlace de imagen. Todas las contrataciones se hicieron al margen del contrato colectivo, según denuncia.
Sobre el personal supernumerario contratado recientemente en la Enee hay una denuncia que ya está en poder de la oficina regional del Tribunal Superior de Cuentas, TSC, que dirige Aída Turcios.
En la denuncia interpuesta se expone que se están haciendo pagos a empleados que ni siquiera han trabajado. Un ejemplo es el del empleado Maynor Joel Rodríguez Madrid quien recibió en agosto 13,025.65 lempiras de sueldo sin haber trabajado un tan solo día, según precisa la denuncia.
Cuestionan también el pago de salarios cancelados retroactivamente a algunos empleados sin que éstos hayan trabajado en los períodos por los cuales se les paga, así como el pago de viáticos sin justificación, creación de plazas y nombramientos de personal al margen de la ley.
En la subgerencia noroccidental de la Enee en total se cancelan al mes sólo en salarios más de 15 millones de lempiras, hasta agosto pasado.
Si se compara con lo que se pagaba en sueldos en diciembre de 2009, que eran poco más de 11 millones, la planilla aumentó en 4 millones en apenas ocho meses sólo en la subgerencia noroccidental.
Rosario de demandas y cuentas por cobrar
En todo el país, la Enee tiene 1.2 millones de abonados, de los cuales 300,000 están en Cortés y 284,000 en Francisco Morazán.
La enorme cantidad de abonados entre los del sector residencial, comercial, industrial, alumbrado público y Gobierno en 2009 consumieron 4.6 millones de GWH de electricidad a un costo de 2.62 lempiras el kilovatio hora. En lempiras este consumo se traduce a 12,181 millones de lempiras.
Pese a que muchos pagan con puntualidad lo que consumen, la estatal tiene exorbitantes cuentas por cobrar, entre las que figuran montos por 1,508 millones de lempiras que corresponden al sector privado. De ello sólo el 30% son cuentas recuperables.
El sector público también está en rojo con la Enee, ya que le deben 369 millones de lempiras, de los cuales el 100% es recuperable.
A los ingresos que la empresa deja de percibir se le suman L1,020 millones en términos de subsidios a abonados que consumen menos de 300 kilovatios hora al mes.
Por si eso fuera poco, los que están en deuda con la Enee no sólo son hondureños. El Gobierno de Nicaragua le adeudaba hasta noviembre de 2009 unos 22.5 millones de dólares por concepto de energía vendida y no pagada, más intereses. A este tiempo, esa deuda ronda los 30 millones de dólares.
Pero también hay millonarias demandas laborales y juicios que se le siguen en los Juzgados de lo Contencioso Administrativo, Juzgados de Letras Unificados de lo Penal, de Letras de lo Civil de Francisco Morazán, Cortés y Atlántida.
Pesan sobre la empresa 63 demandas incoadas que juntan hacen una cuantía de 386 millones lempiras. Hay otras 34 demandas en perjuicio de la estatal cuyo monto es indeterminado. Esto es versus apenas 13 demandas interpuestas por la Enee por las que percibiría 1.2 millones de lempiras.
Las demandas en su mayoría son laborales por reintegros, pagos de prestaciones, salarios dejados de percibir, pagos de horas extras y otros derechos e indemnizaciones laborales. Además hay disputas de tipo contencioso administrativo como la demanda por el paso de líneas sobre un terreno por el cual pretenden pago de la Enee de 30 millones de lempiras en favor de Pedro Ochoa Romero y otras demandas de tipo civil y penal, entre ellas estafa continuada, falsificación de documentos privados, impugnaciones, cobro de honorarios.
Para rematar, hay en curso un juicio arbitral con Lufussa por un monto de 10, 550,000 dólares, y además 24 reclamos administrativos presentados ante la Enee.