04/12/2025
03:46 AM

Desalojan a maestros que tenían tomado el Colprosumah

Los docentes desde el pasado viernes se tomaron las instalaciones del colegio magisterial en Tegucigalpa.

TEGUCIGALPA.

Maestros que tenían tomado el Colegio Profesional de Superación Magisterial Hondureño (Colprosumah) fueron desalojados en la madrugada de este martes por un grupo de docentes que llegaron de varias partes del país.

Los educadores desde el pasado viernes se tomaron las instalaciones del colegio magisterial en Tegucigalpa.

La medida de presión era exigir que se hagan ajustes al borrador con las reformas a la Ley del Instituto Nacional de Previsión Magisterial (Inprema).

Los docentes piden que se garantice una jubilación justa y digna a todos los profesores, así como un reajuste salarial, entre otras solicitudes.

No obstante, los educadores que estaban en protesta, denunciaron que colectivos del partido Libertad y Refundación (Libre) llegaron al lugar y los sacaron a la fuerza.

DIVISIÓN EN EL MAGISTERIO POR REFORMAS A LEY DE INPREMA

Las pretendidas reformas a la Ley Inprema han causado división en el magisterio. Hay quienes apoyan a la dirigencia y están a favor de los cambios en la normativa vigente, y los que se oponen y consideran las reformas un “maquillaje” para beneficiar a un pequeño sector de los profesores.

Aunque las reformas establecen varios cambios en la actual ley, son dos los puntos polémicos: los años de jubilación de los maestros, así como el tema de los beneficiarios, indicó Gian Carlos Yánez, presidente de la seccional uno del Colprosumah.

Con la ley actual, la edad para que un docente se jubile es de 60 años con 30 años de servicio; sin embargo, con las reformas que son analizadas en la Secretaría de Finanzas y la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS) para su posterior envío al Poder Ejecutivo, se establece que la nueva edad para que un profesor se jubile sea de 55 años con 20 años de servicio.

Yánez señaló que jubilarse a esa edad solo garantiza entre el 75% y 80% del beneficio que el docente fue acumulando durante sus años de servicio.

Otro de los puntos en contra es el de los beneficiarios, ya que según el dirigente solo podrán ser beneficiarios los hijos de los docentes menores de edad y los que tengan alguna discapacidad. “O sea que, si un docente se muere, los años cotizados se pierden y prácticamente sus hijos quedarían en la calle”.