OMOA.
El gigantesco alud de tierra también destruyó seis viviendas de la comunidad Brisas del Río. Los sistemas de agua potable del municipio están colapsados y la mayoría de los poblados no tienen
energía eléctrica.
Serrano indicó que en la comunidad de Tegucigalpita el río se salió de su cauce dos kilómetros y destruyó 42 viviendas y en la aldea Los Achiotes la quebrada devastó el cauce y destrozó siete viviendas
“Ahorita estamos en la etapa de evacuación de los habitantes de la parte alta del municipio, atención en los albergues y en este momento estamos retornando a las familias de las barras de los ríos Motagua y
Cuyamel.
Virginia Laínez, cuya casa fue destruida por el derrumbe en la comunidad Brisas del Río, dijo que el día del incidente ella estaba en la vivienda con su hijo y su sobrina.
Destrucción de casas y carreteras cortadas por los derrumbes es el panorama en este municipio que todavía está sufriendo los embates de los fenómenos naturales que han azotado el país por más de 20 días.
El paso a la aduana de Corinto sigue interrumpido por el derrumbe que hace cuatro días soterró un tramo de la carretera CA-13 de casi medio kilómetro en las cercanías del puente del río Cuyamel.
 En Omoa hay más de 900 damnificados.
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El coordinador del Comité de emergencia municipal (Codem), Leonardo Serrano, dijo que la mitad del municipio está incomunicado y en la carretera CA-13 hay más de 23 kilómetros destruidos y azolvados con derrumbes desde la aldea Los Achiotes hasta la frontera de Corinto.
Unos vecinos nos salvaron de milagro. Cuando la tierra cayó solo nos encomendamos a Dios. Virginia Laínez, damnificada
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Serrano, quien es regidor de la alcaldía, informó que en el municipio los sistemas de agua potable están colapsados y en muchas comunidades no hay energía eléctrica. En Cuyamilito 65 familias fueron evacuadas y en la parte alta del municipio la aldea La Estrella fue desaparecida por los derrumbes.
El funcionario municipal indicó que en las montañas están realizando evacuaciones con helicópteros.
Relató que en los seis días que la vaguada afectó al país nunca cesó la lluvia “y el suelo estaba saturado con las tormentas que cayeron con los huracanes Eta y Iota y por eso los ríos se desbordaron y las montañas colapsaron y allí tenemos el resultado”.
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“Nosotros quedamos atrapados por la tierra una hora, pero unos vecinos milagrosamente nos rescataron”, manifestó la mujer. “Nos encomendamos a Dios porque es el único que podía salvarnos”, expresó.
Laínez dijo que no van a regresar a ese lugar y le hizo un llamado a las autoridades del Gobierno y de la alcaldía para que les ayuden a ubicarlos en otro sitio.
