Médicos forenses de Honduras practicaron este sábado la autopsia al cadáver de la hondureña Ana Hernández ante las sospechas de su familia de que fue asesinada presuntamente por su esposo, un mayor de artillería del Ejército.
“Se entregó finalmente el cuerpo de Ana Hernández después de la orden judicial emitida por el @PJdeHonduras para realizar su autopsia, en la Necroteca de la Facultad de Medicina. La @PoliciaHonduras cumple en todo momento con el resguardo de todo lo relacionado con este caso”, señaló la viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva.
La autopsia determinará las causas concretas del fallecimiento, aunque las primeras hipótesis apuntan a que Hernández se quitó la vida, porque encontraron su cuerpo en su vivienda supuestamente con un disparo en la cabeza.
Sin embargo, la familia de la hondureña cree que se trata de un asesinato y responsabilizan a su esposo, el mayor de artillería Allan Franco Méndez, quien está detenido para la investigación y por almacenamiento ilegal de municiones y explosivos de uso militar.
La autopsia de la hondureña fue ordenada el jueves por un juzgado de letras penal de Tegucigalpa debido al paro de labores que mantienen fiscales y médicos forenses desde hace siete semanas para exigir un aumento de salarios.
Tras la autopsia, el cuerpo de Hernández fue trasladado a una funeraria y luego será enterrado en Zambrano, unos 30 kilómetros al norte de Tegucigalpa, donde nació hace 33 años, según la familia.
El cuerpo de Hernández fue hallado el pasado domingo en su vivienda en el extremo sur de Tegucigalpa, la capital de Honduras, donde vivía junto a su esposo, a quien elementos de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) le encontraron cargadores de fusiles, proyectiles y granadas, entre otros.
Las Fuerzas Armadas de Honduras indicaron el jueves en un comunicado que confían en que las autoridades “determinen, de manera objetiva, el grado de responsabilidad” del mayor de artillería en el presunto asesinato de Hernández luego de realizar una “evaluación y peritajes” de las pruebas e indicios hallados en la vivienda. EFE
