Tras enterarse del ataque que dejó 18 reclusos muertos y 16 heridos en el centro penal de Tela la tarde-noche del viernes, la angustia se apoderó de los familiares de los reos que querían saber si estos estaban bien.
Desde las 5:00 pm del viernes llegaron a las afueras del penal en busca de información.Fue quince horas después, hasta las 8:00 am, que un policía salió a proporcionarles un listado de los muertos y heridos.
Unos agradecieron a Dios porque sus parientes no figuraban en el listado; otros lloraban al ver el nombre del amado hijo, sobrino, primo, padre y hermano en el listado.
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Dolor y angustia. “Gracias a Dios que mi hermano no está en ninguna lista. Dios escuchó nuestra plegarias”, dijo contenta Sara Medina.
Quien no corrió con la misma suerte fue don Pablo Castillo, quien escuchó el nombre de su hijo Julio César Ávila Castillo. “Es terrible escuchar esta noticia. Hacía meses que no venía a verlo porque no podía. Pido a las autoridades que les den seguridad a los presos.
Mi hijo decía que corría peligro y que estaba seguro que lo iban a sacar muerto del centro penal”, expresó Castillo mientras lloraba.
Muchos se preguntaban qué desencadenó la tragedia. Algunos estaban hablando con sus parientes mientras ocurría la masacre, como es el caso de una joven, quien dijo que estaba charlando con su esposo por teléfono cuando se escuchaban los disparos.
“Me decía: ‘amor andan de celda en celda disparándonos, yo me tuve que venir a esconder debajo de la cama. Luego no seguimos hablando, pero la llamada seguía y podía escuchar todo”, reveló.
Doña Olivia Tróchez es la madre del preso José Cristian Tróchez y ayer estaba preocupada porque al mediodía aún no había logrado tener comunicación con su vástago.
“No sabemos qué pasó, queremos ver si mi hijo está bien, sabemos que no aparece en las listas, pero estamos angustiados, no he dormido toda la noche”.
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Los rostros de estas madres eran de dolor y angustia. Debido a que las autoridades informaron en un comunicado “que no querían contaminar la escena” se determinó suspender las visitas al penal durante el fin de semana.
María Merlo, tía de José Miguel Merlo, dijo que fue “difícil lo que pasaron estos muchachos, saber que están encerrados y los están matando”.
Heydi Mejía, pariente del preso Víctor Hernández, apuntó: “queremos ver a nuestros familiares para saber si están bien. Pobrecitos los reclusos que pasaron por eso. No sabemos qué pasó, exigimos información”.
Obdulio España, apoderado legal de uno de los reclusos, pidió a las autoridades penitenciarias proteger la identidad de los reos. “Las autoridades penitenciarias son las responsables de esto, hagan algo. Se mira la negligencia, por eso exigimos información”.
Video
Tras la presión de los familiares, quienes se pararon en el portón para impedir que ingresaran y salieran vehículos, un agente les mostró un video adonde se veían los reclusos a salvo.Todos estaban sentados en fila en el patio del centro. Luego de observar que sus seres queridos estaban bien, los parientes volvieron a la calma a la espera que antes de Navidad puedan abrazarlos.