15/04/2024
12:48 AM

Amor y Vida: 23 años de orientación y educación

Gracias a becas, algunos internos han logrado salir adelante en sus estudios. Mayoría es huérfana sin familia.

    San Pedro Sula, Honduras.

    Las adversidades y el rechazo que a temprana edad les ha tocado afrontar por la condición de sobrevivir con VIH no han representado un obstáculo en los anhelos de superación para ángel Domínguez (de 22 años) y Katherine Silvas (de 17), quienes forman parte de los 35 internos que cobija la Fundación Amor y Vida.

    Creada hace más de 23 años, la institución es coordinada por una junta directiva, la cual realiza eventos para costear los gastos y otras necesidades y sobrevive gracias a la solidaridad de donantes nacionales y extranjeros.

    “La Fundación Amor y Vida es una organización creada sin fines de lucro hace 23 años, ayuda a niños huérfanos y no huérfanos viviendo con VIH, aquí todos los niños fueron infectados por sus padres”, dijo la directora María Iris Ríos.

    La institución está en la colonia Del Valle, y cuenta con los teléfonos 2559-3776 y 9943-4003. María Iris Ríos, directora de la fundación.
    Atienden a menores con apenas un mes de nacidos hasta los 18 años de edad, teniendo como prioridad capacitarlos con estudios para que puedan valerse por sí solos cuando les toque partir de la institución.

    “La visión que tenemos es que los niños estudien por medio de becas en la universidad, y puedan obtener un título que les ayude además a ser su propio jefe para que no sufran el golpe de la discriminación y que los despidan porque tienen VIH, así como ha pasado con muhcos de nuestros niños”, señala Ríos.

    Asimismo, agrega que también se les brinda una atención integral, comenzando con la parte espiritual, les enseñan a creer en Dios, en ese Dios que los tiene con vida a pesar de padecer la enfermedad. Lamenta que estos niños han sido abandonados por sus familias, ya sea porque no pueden atenderlos o porque también ellos viven en situaciones de pobreza y otros porque simplemente nos les interesa compartir con ellos por tener VIH.

    Entre los jóvenes beneficiados se encuentran ángel Domínguez y Katherine Silvas.
    Nuevo reto de vida: para ángel Domínguez (de 22), el tiempo de poder permanecer en la institución se ha acabado, pero además de afrontar la incertidumbre de no tener donde ir a vivir, también comparte no poder contar con un empleo digno para sobrevivir y costearse sus propios gastos.

    Actividades
    También se les enseña pintura y carpintería. Para marzo tienen programada una actividad para vender algunos productos.
    “A la fundación vine cuando tenía cinco años, aquí me recibieron muy bien, ha sido mi hogar; pero ahora debo conseguir un empleo para poder salir adelante”, manifiesta el joven, quien posee el título de Técnico en Computación, además del dominio del idioma inglés.

    Música en el alma: a sus 17 años, Katherine Silvas es una aventajada alumna de la escuela Victoriano López, desenvolviéndose muy bien tocando el violín, además de estudiar el bachillerato en humanidades.

    “Me siento inspirada cuando toco el violín, es parte de mi vida, al igual que la fundación es mi casa, aquí crecí desde los dos años”, manifiesta la jovencita que aspira a graduarse en la universidad como una ondotóloga, además de fortalecer sus capacidades tocando el violín.