Si usted en su casa o en su barrio se encontrara un animal salvaje, que no siempre es el más bonito, ¿qué haría? Lo más seguro es que buscaría la manera de deshacerse de él para sentirse más tranquilo, aunque sin saber que lo que está haciendo es acabando con una vida.
Muchos casos como éstos se han visto dentro y fuera de la ciudad. La negligencia, ignorancia e inconciencia han permitido que se comentan grandes atrocidades en contra de la fauna. Y si bien es cierto que muchas personas no saben qué hacer o a quién abocarse cuando viven este tipo de experiencias, sepa que la ciudad cuenta con un grupo de personas que saben qué hacer en estos casos.
Personas que son amantes a su vida y también a las ajenas han trabajado fuerte para sacar a flote la Fundación Nacional Protectora de los Animales, Funapa, una institución sin fines de lucro que se ha dedicado por más de dos años a fomentar el buen trato a los animales, tanto callejeros y domésticos, como silvestres o salvajes, además de atender de cualquier forma legal a su protección, defensa y reincorporación a sus hábitats naturales una vez recuperados los animales silvestres.
Y es que Guillermo Van Tuyll, veterinario y presidente de Funapa, ha estado luchando por muchos años, junto a otros voluntarios, para que estas criaturas desprotegidas tengan un albergue o un padre adoptivo que les pueda dar el cuidado justo y necesario.
Con más de 30 especies diferentes, perros, gatos, guaras, osos hormigueros, monos arañas, iguanas, gavilanes, entre otras especies, viven en su sede ubicada en Daktary Veterinaria, en la 5 y 6 avenida y 5 calle.
“Es una labor dificil y más cuando no tenemos fondos para poder cuidar a estos animales que necesitan de ayuda para recuperarse y seguir viviendo”, dijo Van Tuyll, quien agregó que gracias a las aportaciones que reciben de algunos donantes han salido a flote, pero que aun así necesitan mucho más para la manutención, ya que algunas especies son silvestres y los medicamentos y cuidado que deben recibir son más delicados.
“Funapa cuenta con un grupo de voluntarios que se encargan de proyectar la fundación y permitir que las personas conozcan la existencia y el servicio de esta”, exclamó.
Tal es el caso de Sandra Carranza, una ciudadana que además de dedicarse a la pintura artística regala su tiempo al cuidado de estos animales abandonados y maltratados. “Yo me crie en una granja y desde pequeña mis compañeros de juego eran los animales; ellos también tienen sentimientos y son nobles. Los seres humanos deberíamos tomar el ejemplo de ellos y practicarlos en la vida”, expresó.
Educar a los menores
Van Tuyll piensa que es una tarea de ellos como fundación fomentar el amor y cuidado a los animales desde temprana edad y por ello se esfuerzan en educar a los niños con conversatorios y charlas en las escuelas.
Advirtió que maltratar o abusar de un animal está penado por la ley y quien cometa este tipo de delitos puede llegar hasta a cumplir una condena de 5 a 10 años de cárcel. Cualquier denuncia o consulta puede ser hecha al teléfono 504-9889 o al e-mail:funapahonduras@gmail.com.