Las lluvias volvieron a sembrar el pánico y la zozobra en el capitalino barrio El Chile por el desbordamiento de las aguas de la quebrada El Cacao producido por la tormenta del mediodía de ayer.
La corriente, que alcanzó niveles considerables en apenas cuarenta minutos de aguacero e incluso borró del mapa la calle de terracería, arrastró cuanta obra de mitigación se había hecho horas antes.
La Comisión Permanente de Contingencias, Copeco, bajó ayer la alerta roja a amarilla para el Distrito Central, mientras el resto de los municipios de Francisco Morazán permanecen en alerta verde.
Se mantiene la alerta amarilla por 72 horas para las zonas bajas de los municipios aledaños a la ribera del rio Ulúa: Potrerillos, Pimienta, San Manuel, y Puerto Cortés, de igual manera para El Progreso, Santa Rita y El Negrito, Yoro.
La alerta verde se mantiene para Choluteca, El Paraíso, Valle, Lempira, Intibucá, Ocotepeque, Copá y La Paz.
Tristeza e impotencia
Bajo la tormenta de ayer, muchos vecinos del barrio El Chile que lograron salir de sus viviendas se apostaron en la parte alta y miraban con tristeza e impotencia cómo las aguas derrumbaban los muros de protección de sus viviendas.
Las aguas inundaron al menos 40 viviendas de la parte baja de El Chile y muchos de sus ocupantes, que la noche anterior durmieron en el albergue habilitado en la escuela Manuel Bonilla, no tuvieron otra opción que regresar a él. “Las casas que se habían secado, salvado y recuperado se están volviendo a inundar. Es realmente triste lo que estamos viendo nuevamente en El Chile”, comentó el alcalde Ricardo Álvarez en su recorrido de inspección de daños.
Alto peligro en la Kasandra
El fuerte aguacero profundizó las secuelas en la residencial Kasandra. Desde la cuesta El Chile se observaba cómo el agua lavaba la tierra que cedió ante la quebrada el lunes anterior, a pesar de que está protegida con plástico.
Las lluvias provocaron desprendimiento de tierra en otros sectores del muro de contención de la zona habitacional.
Justo cuando la lluvia arreciaba en la ciudad, el operador de una máquina retroexcavadora de la Alcaldía trabajaba en la zona de El Chile.
Su inmediata intervención evitó que el agua afectara a un número mayor de viviendas.
