Tegucigalpa, Honduras
La seguridad alimentaria de 2.1 millones de personas del Triángulo Norte está en juego, la sequía provocó pérdidas de las cosechas de primera en Centroamérica.
La pérdida total o parcial de los cultivos de maíz y frijol, tiene a las familias sin abastecimiento de granos. Eso indica que no podrán consumir ni almacenar suficientes alimentos en los próximos meses.
A esta situación se suma la alerta que gira el Instituto de Investigación Internacional de Clima y Sociedad/Centro de Predicciones Climáticas (IRI/CPC), donde anuncia que existe un 60% de probabilidades de que se registre un nuevo fenómeno de El Niño entre septiembre y diciembre de 2018.
En Honduras, los productores buscan alternativas para garantizar que las siembras de postrera no se pierdan, como ocurrió con la siembra de primera. “La única ventaja que tenemos como productores es que muchos cultivos ya pasaron la época crítica y eso nos va a ayudar un poco. Estamos sincronizando ideas y aportaciones para prevenir pérdidas. En la siembra de primera a nivel nacional, en algunas zonas se perdió el 80% de las cosechas, en otras el 10% y en algunas nada. Consideramos que un millón y medio de quintales de maíz se perdieron”, explicó Dulio Medina, presidente de la Asociación Nacional de Agricultores y Productores de Granos Básicos de Honduras (Prograno).
Las pérdidas en la siembra de primera representan a nivel nacional un 25 a 30%.
Afectación
En Honduras las zonas más afectadas se encuentran desde el departamento de Valle hasta llegar a la región occidental. El gobierno de Honduras declaró, en agosto, emergencia en el corredor seco por las pérdidas en los cultivos de maíz y frijol, mientras que El Salvador declaró la alerta roja en julio.
“El Gobierno solo declaró la emergencia en el sector seco, pero no la declaró a nivel nacional y es necesario hacerlo, porque la parte comercial no tiene respaldo financiero, que es donde va a impactar el tema de la producción nacional”, dijo Medina.
Pero ahora la mirada está puesta en el segundo ciclo de cultivos: la siembra de postrera. Esta es la que genera esperanzas para cubrir la mala producción que se reportó en la cosecha de primera. Esto porque la amenaza del Fenómeno de El Niño se cierne y puede generar que no se dé una buena producción de granos, por lo que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (WFP), alerta que de darse, se tendrá un impacto significativo en las cosechas.
“Es urgente mejorar la resiliencia climática de los habitantes de Centroamérica, especialmente en zonas como el Corredor Seco. Nos preocupa el efecto de esta nueva sequía sobre la migración, en un contexto internacional que restringe el movimiento de miles de personas que, en sus localidades, tendrán una gran dificultad para asegurar el sustento de sus familias”, dijo Julio Berdegué, representante Regional de la FAO.
Los países del Sistema de Integración Centroamericana (Sica) pidieron ayuda a la comunidad internacional y a organismos de cooperación para atender a los afectados por la sequía.
El Consejo Agropecuario Centroamericano (CAC) llamó a estas instancias “a que se sumen a los esfuerzos que realizan los gobiernos para atender a los productores y demás población afectada por la sequía”.
