Tela, Atlántida
Las playas teleñas en la parte frontal del barrio El Centro parecen tener tendencia a desaparecer, ya que cada día el mar se adentra y las consume.
Esta situación tiene preocupados a los comerciantes que tienen hoteles y restaurantes en las playas porque, si no fuera por los cocoteros, creen que la marea llegaría hasta sus negocios.
Tela se ha caracterizado por tener las playas más bellas no solo de Honduras, sino de Centroamérica, que hacen de esta zona un excelente y ventajoso lugar que sus pobladores no han sabido explotar.
Para el conocido meteorólogo Hector Flores, 'esto no es más que un proceso que obedece a las consecuencias del cambio climático y el deshielo, por lo cual muchos fenómenos se suscitan en todo el globo terráqueo'.
No es la pirmera vez que esto ocurre en Tela. En 2001 sucedió algo similar y en ese entonces las autoridades pretendieron construir una especie de minimalecón, que se encuentra soterrado por la arena.
Flores agregó: 'Recordamos esa ocasión en que se pretendió detener la marea que llegaba a orilla de la calle de tierra frente a un restaurante, al lado de la barra del río. Por razones aún no explicadas, no se continuó construyendo el malecón'.
En 2005, el fenómeno se trasladó a la comunidad garífuna de Triunfo de la Cruz, donde la marea formó una línea horizontal a lo largo de la playa.
En el temblor del 28 de junio de 2009, la marea retrocedió, causando temor en los teleños, ya que consideraban que, si el mar retrocedía, probablemente habría un maremoto. Sin embargo, a los pocos días, la marea volvió a la normalidad.
En 2012 el suceso se repitió en las playas teleñas frente al centro de la ciudad, devastándolas en un solo corte, lo que llamó la atención de los pobladores, quienes olvidaron con prontitud lo sucedido.
El experto en meteorología explicó: 'Observamos que es un fenómeno cíclico que se ha presentado cada cinco o siete años. Llama la atención que en esta oportunidad el tiempo para que ocurriera de nuevo se ha acortado. Esta vez, la diferencia es de apenas dos años.
Los cocoteros sembrados después del amarillamiento letal han ayudado mucho a evitar mayor desgaste de la playa. Esperamos que como en ocasiones anteriores esto dure de tres a cuatro meses y luego la playa vuelva a ser igual que antes'.
Según el experto, por el momento no hay de qué preocuparse, pero sería interesante que el Gobierno se interese en hacer un estudio en la zona y determinar las consecuencias de este fenómeno cíclico que se acorta.
