El uso del emblemático monumentos que simbolizan el civismo nacional, que fue iluminado para la revelación de sexo de un bebé, causó molestias en un gran sector de la población que pide respeto, especialmente si son funcionarios.
La histórica estructura, ubicado en el cerro Juana Laínez, fue el testigo del acontecimiento: Fausto Cálix iluminado este patrimonio para anunciar el sexo de su hijo.
Lo más llamativo es su afirmación de que el gasto involucrado fue mínimo, y con estas palabras lo indicó todo: “cuesta 15,525 lempiras el alquiler de esa placita (del Juana)”, sin embargo, se desconoce si el Monumento a de La Paz también es parte del paquete.
El historiador Ismael Zepeda mostró su desaprobación y declaró: “Si el señor Cálix no tuviera el poder, primero no lo hubiera podido pagar y, segundo, no le hubieran otorgado el permiso; eso tiene que ver con favores políticos o el cargo que ostenta como director”. Zepeda indicó que “en la Ley de Patrimonio Nacional todos los eventos que no tengan carácter oficial son prohibidos”.
Encargados del parque solo dijeron que “los espacios se alquilan y no son exclusivos”, además que el parque se sostiene con el alquiler para esos eventos.