06/12/2025
10:24 PM

'Las familias están incomunicadas por la tecnología”

El también sicólogo clínico dice que saludar abre oportunidades, pero ni siquiera eso están enseñando.

    San Pedro Sula, Honduras.

    El padre Edwin Guardado es el vicario de la diócesis de San Pedro Sula en la colonia Luisiana, pero también es terapeuta familiar.

    Su experiencia como sicólogo clínico y estar al frente del Hogar de Niños en Riesgo Yo Quiero Ser le permite conocer en carne propia la realidad de la niñez, juventud y de la familia en Honduras. En sus homilías, el sacerdote busca siempre llamar la atención de las familias para que cumplan su verdadero rol y que dejen de buscar culpables por los fracasos de sus hijos.

    El sacerdote conversó con LA PRENSA y analizó la realidad de las familias en Honduras.

    ¿Cómo analiza el papel de los padres de familia en la actualidad?

    Es un papel muy efímero, muy superficial.

    Los padres no han captado cuál es en sí el fin fundamental de la familia y creen que solo es formar el grupito de mamá, papá e hijos y luego proveer en la casa, tener comodidad e ir creciendo económicamente, formar un patrimonio, pero no se dan cuenta que una familia incurre en un montón de aspectos importantes.

    Hay que darse cuenta que hay que crecer, pero desarrollándose a todo nivel, en todos los aspectos de la vida.

    ¿Estamos dejando todo a la escuela?

    La parte académica y formal le toca a la escuela y esa es su responsabilidad, la de los padres es de formar al niño en valores, principios, responsabilidad, educación, el comportamiento, la disciplina pero las familias de hoy no est?n cumpliendo su rol.

    ¿No estamos afianzando los valores. Ni siquiera saludamos?

    La falta de compromiso de los padres en la educación informal de los hijos es evidente, pues no quieren complicarse.

    Se tiran la pelota, el papá le dice a la mamá: “Habla vos con ella o él”; y la mamá, viceversa; entonces, hay una falta de seriedad en la parte familiar.

    Los hijos se levantan de su cama, no saludan, no piden permiso, son irrespetuosos, se les olvida pedir disculpas y ni tan siquiera son amables.

    Esos valores abren puertas en la sociedad. Una persona amable, entusiasta, que se vea que tiene educación se le abren puertas y las oportunidades le vienen.

    Un saludo abre oportunidades y muchos no les damos importancia a estos aspectos.

    Los padres justifican esos comportamientos argumentando que son adolescentes, que están creciendo, pero no somos capaces de corregir a los hijos ni de enseñarles los valores fundamentales para enfrentar la vida.

    ¿Cuál debe ser el rol de la familia?

    Es la primera y fundamental célula que forma la sociedad. De la familia sale el presidente, el alcalde, el maestro, el abogado y todos los profesionales, pero también de ahí sale el delincuente, el violador y todos los humanos, entonces, no podemos estar echando culpas a aspectos fuera de nuestro núcleo porque la familia es la responsable y somos los que debemos empezar a formar a las personas.

    ¿Se quiere suplir con lo material la falta de atención?

    Un ejemplo: usted tiene un hijo y le da todo lo que pide: computadora, celular, el último videojuego, pero no se da cuenta que está creando un niño con grandes problemas de trastorno bipolar.

    Se preguntarán por qué, y se debe a que el niño se acostumbra a tener las cosas de una manera fácil y cuando no tiene lo que pide entra en crisis depresivas y lo más fácil es dar las cosas para calmarlo, entonces se siente con una gran euforia.

    Somos la familia los responsables de nuestros hijos y el problema es que nos estamos quejando de esta sociedad tan violenta y agresiva, pero debemos reconocer que los valores y antivalores se fomentan en la familia.

    El machismo y el deseo de ser noble se fomenta en la familia y en este momento es la llamada a poner las barbas en remojo y darse cuenta de cuál es su función porque el papel de familia moderna está fracasando totalmente, ya que si hay una sociedad enferma es producto de una familia enferma y sin compromiso.

    Padre, es complicada la situación que vivimos. ¿Su llamado en este momento cuál es?

    Es importante asumir el rol, pero también estar claros de que la comunicación es un punto importante.

    Una de las cosas que me doy cuenta cuando atiendo a las parejas es que no hay ningún tipo de comunicación, es muy cerrada.

    Solo es de traeme, alcanzame, decime y andate.

    Los padres preguntan: ¿cómo te fue hoy? Y la respuesta es únicamente “bien”, y ese es un ejemplo de falta de comunicación, pues el niño no tiene la apertura para seguir contando lo que pasó.

    ¿Y la tecnología está siendo utilizada correctamente o está alejando más a las familias?

    Bueno, nos está acercando con los que están lejos y alejándonos de los que están cerca, los que están en casa. Estamos alejados en la misma casa.

    Hay más comunicación con gente a través de las redes sociales y con la familia nada, ni siquiera corporal, cada quien en su computadora o en su celular.

    Estamos en el comedor, en el restaurante con el celular, vamos al baño con el teléfono, entonces los hijos siguen el ejemplo de los padres.

    ¿Familias incomunicadas pese a la tecnología?

    Las familias estamos incomunicadas aunque tengamos a mano tecnología, no somos capaces de corregir eso en los hijos porque no tenemos autoridad porque damos el mal ejemplo.

    Los padres no tenemos la autoridad de decir: “Hijo, guarde su celular porque ahorita vamos a comer”, porque no tenemos valor ni la capacidad de controlarlos. Es el momento de recapacitar y trabajar por recuperar la familia.