Con lágrimas en sus mejillas y hasta arrodillados pidiendo un milagro a Dios, así reaccionaron muchos de los pobladores desalojados ayer de unos predios de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras en el Valle de Sula (Unah-VS).
Esta acción fue ejecutada a las 10:00 am por un contingente de 200 policías y militares respondiendo a una orden de desalojo emitida por el juzgado de San Pedro Sula a favor de la máxima casa de estudios. El desalojo estaba programado para hacerse hace un mes, pero las autoridades universitarias decidieron dar un tiempo a los invasores para que buscaran un lugar adonde vivir; sin embargo, nadie se fue del predio de 25 manzanas alegando que no tenían opciones.
El comisionado de policía Jaime Antonio Flores Mejía, a cargo del operativo, informó a los invasores que la acción de desalojo obedece a la orden de las autoridades y que se debía cumplir a cabalidad; sin embargo, refirió que gestionaría para que los desalojados pudieran acceder a programas de vivienda del Gobierno.
Julieta Castellanos, rectora de la Unah, afirmó que a los pobladores se les dio suficiente tiempo para desalojar y que la construcción del edificio de Ingenierías en ese predio fortalecerá la educación superior del Valle de Sula. “Cuando ese centro, valorado en más de L500 millones, esté culminado, podremos tener una matrícula de 35,000 estudiantes”, finalizó.
Situación
Luego de la explicación, los pobladores acataron sin resistencia alguna la petición y comenzaron a desarmar sus casas y algunos simplemente comenzaron a llorar, como es el caso de Ana María Zaldívar (95), quien lloraba en una silla al ver cómo desmantelaban su humilde vivienda de láminas y madera.