San Pedro Sula, Honduras.
El número de niños con retos especiales en los centros educativos de la ciudad aumenta cada año debido a la aplicación de la Ley Fundamental de Educación vigente desde septiembre de 2014.
Sin embargo, la cantidad de docentes para brindarle una calidad educativa a esos pequeños es muy poca.
La ley establece que los centros educativos deben ser inclusivos, así como tener los docentes calificados para atender a los pequeños.
Pero en la realidad no es así debido al bajo número de docentes que egresan de esa área del centro regional de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM).
Unos 115 docentes en Educación Especial o educadores especiales han egresado de ese centro universitario desde 2002, cuando inició la carrera en la ciudad.
Grazia María Cueva, coordinadora de la carrera de Educación Especial en la UPNFM, expresó que la educación especial ha cambiado comparada con años anteriores, “el Currículo Nacional Básico establece que debe haber un educador especial por cada mil alumnos en cada centro educativo, sin embargo, eso no es así”.
La profesional informó que la mayoría de escuelas sampedranas tienen, aunque en un bajo porcentaje, alumnos con alguna discapacidad.
Algunos docentes no les gusta trabajar con estudiantes que tienen capacidades diferentes, ya sea esta motriz, sensorial o cerebral.
Cueva cree que debido a la falta de ese personal capacitado, los docentes regulares deben cambiar su actitud y actualizarse, con el objetivo de brindarle a los alumnos una educación de calidad, así mismo aceptar que no es caridad, sino un derecho que tienen los niños.
“Los docentes deben ver que es un derecho que los niños tienen, por ende deben cambiar su actitud e incluir a los niños que padecen de una discapacidad”.
Los padres que tienen hijos con algún reto prefieren integrarlos a centros privados, donde los costos de la educación son altos, es por eso que la coordinadora indicó que las autoridades educativas tienen la responsabilidad de brindar a esos niños una educación de calidad.
“Esto lo deben hacer, capacitando a los docentes en metodologías didácticas para estos niños. Los maestros deben adecuar su método a cada niño y no al contrario”.
Cueva puntualizó que la ley de inclusión educativa es algo nuevo y se espera que en el futuro mejore, “pero no se puede dejar todo al Gobierno, los docentes deben apoyar”.
Inclusión
En la ciudad hay un centro modelo que educa a unos 30 niños con capacidades diferentes, este es el jardín y escuela San Juan Bosco. Es el centro con mayor número de estos alumnos.
Óscar Paz, director municipal de la Dirección Departamental de Educación de Cortés, manifestó que ese es el centro insigne en la ciudad. Explicó que durante los últimos años ha incrementado el número de niños con discapacidad en los centros educativos, “los padres ya no deben mantener a los niños escondidos, deben darles educación”, dijo.
Dilcia Caballero, docente del centro inclusivo San Juan Bosco, coincide con Cueva en que los docentes deben capacitarse y no esperar que el Gobierno lo haga para darles una mejor atención a los pequeños. “Los docentes deben tener voluntad, deseo y amor para atender a esos niños”, afirmó.
En el centro hay unos 5 docentes capacitados y con experiencia que educan a los niños.
El número de niños con retos especiales en los centros educativos de la ciudad aumenta cada año debido a la aplicación de la Ley Fundamental de Educación vigente desde septiembre de 2014.
Sin embargo, la cantidad de docentes para brindarle una calidad educativa a esos pequeños es muy poca.
La ley establece que los centros educativos deben ser inclusivos, así como tener los docentes calificados para atender a los pequeños.
Pero en la realidad no es así debido al bajo número de docentes que egresan de esa área del centro regional de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM).
Unos 115 docentes en Educación Especial o educadores especiales han egresado de ese centro universitario desde 2002, cuando inició la carrera en la ciudad.
Grazia María Cueva, coordinadora de la carrera de Educación Especial en la UPNFM, expresó que la educación especial ha cambiado comparada con años anteriores, “el Currículo Nacional Básico establece que debe haber un educador especial por cada mil alumnos en cada centro educativo, sin embargo, eso no es así”.
La profesional informó que la mayoría de escuelas sampedranas tienen, aunque en un bajo porcentaje, alumnos con alguna discapacidad.
Algunos docentes no les gusta trabajar con estudiantes que tienen capacidades diferentes, ya sea esta motriz, sensorial o cerebral.
Cueva cree que debido a la falta de ese personal capacitado, los docentes regulares deben cambiar su actitud y actualizarse, con el objetivo de brindarle a los alumnos una educación de calidad, así mismo aceptar que no es caridad, sino un derecho que tienen los niños.
“Los docentes deben ver que es un derecho que los niños tienen, por ende deben cambiar su actitud e incluir a los niños que padecen de una discapacidad”.
Los padres que tienen hijos con algún reto prefieren integrarlos a centros privados, donde los costos de la educación son altos, es por eso que la coordinadora indicó que las autoridades educativas tienen la responsabilidad de brindar a esos niños una educación de calidad.
“Esto lo deben hacer, capacitando a los docentes en metodologías didácticas para estos niños. Los maestros deben adecuar su método a cada niño y no al contrario”.
Cueva puntualizó que la ley de inclusión educativa es algo nuevo y se espera que en el futuro mejore, “pero no se puede dejar todo al Gobierno, los docentes deben apoyar”.
Inclusión
En la ciudad hay un centro modelo que educa a unos 30 niños con capacidades diferentes, este es el jardín y escuela San Juan Bosco. Es el centro con mayor número de estos alumnos.
Óscar Paz, director municipal de la Dirección Departamental de Educación de Cortés, manifestó que ese es el centro insigne en la ciudad. Explicó que durante los últimos años ha incrementado el número de niños con discapacidad en los centros educativos, “los padres ya no deben mantener a los niños escondidos, deben darles educación”, dijo.
Dilcia Caballero, docente del centro inclusivo San Juan Bosco, coincide con Cueva en que los docentes deben capacitarse y no esperar que el Gobierno lo haga para darles una mejor atención a los pequeños. “Los docentes deben tener voluntad, deseo y amor para atender a esos niños”, afirmó.
En el centro hay unos 5 docentes capacitados y con experiencia que educan a los niños.