Usted se los encuentra en la calle vendiendo el producto que con esfuerzo y organización preparan en sus pequeñas pero funcionales empresas.
Son jóvenes emprendedores y responsables que sin tener la supervisión diaria de sus maestros sacan a flote el trabajo que les permite hacer su práctica profesional y les da la pauta para crear sus propios negocios.
En casas normales, los estudiantes de último año de administración de empresas del Intae se han instalado con su equipo para elaborar tortillas, jugos, tajadas y otros productos de mucha calidad.
Cada microempresa está formada por más de 15 estudiantes dirigidos por un gerente general, de ventas, financiero, de recursos humanos y producción, elegidos entre ellos, y vigilan que todos trabajen por igual.
Mario Escoto es gerente general de la Empresa Productora de Tajadas, Emprota. Tener el puesto de mayor rango, no significa que no salga a vender junto a sus compañeros las bolsas de tajadas a barrios y colonias.
'Trabajamos de siete de la mañana a cinco de la tarde. Todos salimos a vender a las calles. Hemos creado bolsas de tajadas pequeñas, medianas y grandes y son de mucha aceptación pues la gente las compra sin medida', contó Escoto. Cada estudiante ha aportado al capital y han recaudado más de 50 mil lempiras. Mientras unos trabajan en su práctica empresarial, otros realizan la profesional en la empresa privada.
Se divierten aprendiendo
'Cuando terminemos la empresarial, quienes hacen la profesional se incorporan y tienen que recuperar la inversión que hemos hecho en maquinaria. Aunque las ventas actuales son buenas, aún no recuperamos lo que hemos invertido', dijo Escoto.
En otra casa de habitación, un grupo de estudiantes elabora las tortillas 'Catrachas'.
'Todos trabajamos por igual. Nos dividimos en grupos para elaborar, empacar y vender las tortillas. Hemos aprendido mucho y al mismo tiempo nos divertimos. Muchas personas vienen a comprar las tortillas aquí a la casa y también las vendemos a las pulperías', informó la gerente de ventas de esta microempresa, Laura López. Institutos como el Primero de Mayo, Centro Cultural Sampedrano, Rafael Heliodoro Valle y técnicos, oficiales y privados de la ciudad han adoptado el mismo método de trabajo con el fin de formar a los grandes empresarios del futuro.