Dos terremotos han marcado la historia de la iglesia católica del municipio de Ilama en Santa Bárbara, considerada patrimonio cultural y monumento nacional, pero que actualmente permanece en el abandono.
El templo construido en honor de Nuestra Señora de Lourdes data desde el año 1790.
Durante un terremoto ocurrido en 1874 su estructura resultó severamente dañada y fue reconstruida en 1900. La iglesia convirtió al municipio de Ilama en una de las zonas mas visitadas de Santa Bárbara, miles de turistas de diferentes parte del mundo llegaban hasta el templo, especialmente para recoger agua a la que consideran bendita debido a que fluye de un pozo que nace a los pies de la imagen de la virgen.
Con el terremoto que azotó al país en mayo de 2009, la iglesia nuevamente sufrió graves daños.
Desde esa fecha la iglesia permanece cerrada y los eventos religiosos se celebran en el centro comunal del municipio.
Los daños provocados por el terremoto, entre ellos fisuras en la parte frontal y enormes grietas en lo que quedó de la cúpula de la iglesia, podrían agudizarse debido a las lluvias que han socavado las bases del templo. Se teme incluso un derrumbe.
El alcalde de Ilama, Agustín Muñoz, creó la Fundación Nuestra Señora de Lourdes que busca la reconstrucción del templo.
“El llamado es para todos los hondureños a que nos ayuden a restaurar nuestro templo ya que desde el mes de mayo de 2009 nos quedamos sin iglesia y el gobierno nos ha dado la espalda en tan importante proyecto”, expresó Muñoz.
Apoyo
Las pocas ayudas que ha recibido la iglesia han venido por parte de organizaciones internacionales y por el esfuerzo de los mismos pobladores. “Una fundación canadiense nos regaló 180 mil lempiras, más las colaboraciones que nos han dado los vecinos en tele-radio maratones en Santa Bárbara y San Pedro Sula, hemos logrado recaudar 300 mil lempiras, que en realidad es muy poco para poder iniciar con la reconstrucción”, dijo Miguel Martínez, tesorero de la fundación.
Martínez explicó que la cúpula aún se encuentra en el suelo, así como los ladrillos, debido a que el Instituto Hondureño de Antropología e Historia no les permite tocar las piezas. Sin embargo, a pesar de las restricciones, aún no reciben ayuda o un plan que les indique que el templo será reconstruido.
“Ojalá que el presidente Porfirio Lobo o el Congreso Nacional puedan ayudarnos porque cada día que pasa sin hacer nada, más posibilidades hay de perder este histórico templo para siempre”, agregó el alcalde de Ilama.
La imagen de la virgen, que no ha recibido daños en ninguno de los dos terremotos, permanece en un cuarto donde le hicieron un altar mientras la que fue su casa de oración por muchos años está en el abandono.