Los meteorólogos se equivocaron en su pronóstico de que se acercaba el fin de las nevadas que han azotado el noreste de Estados Unidos. La nieve simplemente seguía acumulándose ayer en la zona.
Intensas ventiscas de nieve, alimentadas con la humedad de los Grandes Lagos, sepultaron varias comunidades a lo largo de la zona al oriente del Lago Ontario durante nueve días consecutivos.
Aunque las nevadas disminuyeron el domingo, se reactivaron ayer.
Extraoficialmente, las tormentas han arrojado un total de 3,71 metros de nieve en Redfield.
Si esas cifras se confirman, romperían el récord estatal de 3,22 metros de nieve que cayeron en la cercana Montague durante siete días que acabaron el 1 de enero del 2002, informó Steve McLaughlin, meteorólogo del Servicio Nacional de Meteorología en Buffalo.
Un representante de esa oficina federal estaba dirigiéndose a Redfield ayer para verificar la precipitación total.
Residentes
Los residentes de este poblado del estado de Nueva York no parecían sorprendidos ni desconcertados. Redfield, centro de ventas de vehículos para nieve y de esquí, recibe un promedio anual de 6,85 metros.
“Es nieve. Recibimos mucha”, dijo Allan Babcock, un residente de Redfield.