Un nuevo año está por venir y pese a ello muchas de las obras que se prometieron y que se debieron llevar a cabo durante este año, serán ejecutadas hasta el próximo.
El alcalde del municipio de Choloma, Leopoldo Crivelli, manifestó que entre las obras que debieron realizarse este año está la pavimentación del tramo carretero Choloma -Monterrey, y el eje transversal del municipio, el cual conduce al bulevar del norte.
También planificaron pavimentar más de dos kilómetros en el centro de la ciudad del cual sólo se habilitó un poco más de un kilómetro.
Por otra parte, los pobladores más pobres continuarán enterrando sus muertos en un cementerio que no tiene más cupo, pues aunque existe un diseño muy especial, no hay presupuesto para ejecutarlo. Otro proyecto que quedó en planes es un botadero.
Morosidad
Crivelli asegura que estos proyectos se sumarán a la lista de los nuevos contemplados para el 2009, los cuales tendrán prioridad, pues ya están aprobados, aunque carecen de presupuesto para hacerlos.
El alcalde señala que dentro de los obstáculos para no efectuar estas obras están el alto grado de morosidad que existe, pues la apatía de los contribuyentes cada vez es mayor, puesto que ya asciende a un 48 por ciento.
'Se requieren de muchas obras, pero si no se pagan los impuestos, es más difícil que se desarrollen, pues no existe esa cultura en los pobladores', dijo el alcalde.
Añadió que otro de los grandes problemas que acarrea la municipalidad y que impiden un saneamiento financiero, es el más de un millón de lempiras que tiene pagar mensualmente la municipalidad por consumo de energía eléctrica.
Está incluido el consumo mensual y el pago de un convenio pendiente con la Enee debido a una mora que arrastran desde la administración pasada. 'Antes pagábamos 700 mil lempiras, pero con el incremento ahora nos aumentó a 1.7 millones'.
Además, señaló que la asignación presupuestaria del Gobierno también disminuyó.
Indicó que han tenido un desfase de 22 millones de lempiras.
Lo que se hizo
Este año priorizaron en educación y fortalecieron zonas agrícolas, haciendo varios dragados los que contribuyeron a que el municipio no fuera abatido por la depresión tropical número 16.
A estas obras de mitigación también se une el apoyo al sector salud. El presupuesto para este año fue de 120 millones de lempiras, en los siguientes días, los corporativos aprobarán el del año siguiente que se presume será de unos 174 millones.
Los proyectos de agua van avanzando, y asegurando el abastecimiento del vital liquido para el municipio. Esto viene a satisfacer a la población, pues su servicio de agua dejará de ser regulada en el centro y el norte, en éste se ha invertido unos nueve millones de lempiras.
Mientras los que continuarán con el problema de agua serán los pobladores del sur del municipio por los incontrolables pegues de agua clandestinos.
Apatía en pago de impuestos
Pese a que el municipio refleja un acelerado crecimiento poblacional, la recaudación tributaria es cada vez menor.
La crisis que atraviesa el país es uno de los factores que el edil señala como posible causa de la renuencia a pagar.
Otros factores que señala son la falta de supervisión y la inconsciencia de los ciudadanos para cumplir con su deber.
El municipio cuenta con muchas zonas invadidas y de donde no se puede esperar contribución.
Los pobladores están improvisando espacios hasta en los cerros para construir sus viviendas.
No obstante, la alcaldía tiene un plan de reordenamiento territorial, el cual requiere de una serie de procesos para iniciar su ejecución. Actualmente no se cuenta con los recursos.