San Pedro Sula, Honduras.
La ciudad ha tenido crecimiento, pero aún falta resolver varios puntos como la limitante en que se ha convertido el sistema tributario para el crecimiento de las empresas a nivel nacional y sobre todo en la zona norte.
Emín Jorge Abufele, presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC) y vicepresidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), en una entrevista con LA PRENSA habló sobre cómo está afectando a la empresa privada la aplicación del nuevo sistema de facturación, del problema de los vendedores en las calles sampedranas y la necesidad de más inversión. Abufele dejará este año la presidencia de la Cámara de Comercio.
La ciudad ha tenido crecimiento, pero aún falta resolver varios puntos como la limitante en que se ha convertido el sistema tributario para el crecimiento de las empresas a nivel nacional y sobre todo en la zona norte.
Emín Jorge Abufele, presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC) y vicepresidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), en una entrevista con LA PRENSA habló sobre cómo está afectando a la empresa privada la aplicación del nuevo sistema de facturación, del problema de los vendedores en las calles sampedranas y la necesidad de más inversión. Abufele dejará este año la presidencia de la Cámara de Comercio.
¿Qué se necesita para que crezca la economía sampedrana?
Al igual que la economía nacional, necesita que haya confianza en los inversionistas nacionales y extranjeros. Existe una estabilidad macroeconómica bien consolidada con miras a robustecerse aún más, pero sin el factor confianza es más difícil que el sector privado nacional y extranjero invierta y genere más fuentes de empleo.
¿Qué ha impedido un buen ritmo de avance en la industria?
La estructura tributaria actual promueve fiscalmente las importaciones de productos terminados, pero en muchos casos pagan más impuestos las materias primas que los productos ya terminados. Honduras tiene un nivel de industrialización apenas del 14% del producto interno bruto (PIB); comparado con las economías industrializadas del mundo que llegan a 30%, es muy bajo. Es impostergable que el Gabinete Económico resuelva este aspecto de la mano del sector privado.
Un segundo factor es que nos hemos quedado en una industria básica, no de tecnología. Debemos invertir en industrias más complejas que vengan a diversificar nuestra economía con un alto valor agregado.
¿Cuáles fueron los logros en la industria en 2015?
Los costos de la energía eléctrica y de ciertas materias primas bajaron, lo que permitió recuperar márgenes para fortalecer las empresas. Ha habido ampliaciones en ciertos sectores, así como la instalación de nuevas empresas, lo cual es siempre positivo.
¿Hay divorcio entre los empresarios y la DEI?
La CCIC siempre ha promovido el combate a la defraudación y la evasión fiscal, y más ahora con el alto nivel de impuestos, lo cual resulta en una competencia desleal muy fuerte de parte de aquellos que no pagan sus impuestos.
La crispación con la DEI se centra en los procedimientos que actualmente aplica, producto, en buena medida, de todo un sistema tributario obsoleto, conflictivo, compuesto de leyes imprecisas que no promueven la competitividad de nuestro país y que dificulta la recaudación de impuestos en una forma profesional y justa.
¿Empresarios de la zona norte se han sentido perseguidos?
Una gestión tributaria nunca se debe medir exclusivamente basada en la recaudación, sino que también en el trato y servicio a los contribuyentes. Hoy, en Honduras hay un sentimiento marcado de terror tributario, y eso no es bueno ni sano. Entre el sector privado y la entidad recaudadora debe haber mucho respeto, pero nunca temor. Sin lugar a dudas debe penalizarse al que no pague sus impuestos, y eso así tiene que ser, y lo apoyamos firmemente; sin embargo, los procedimientos de recaudación deben ser profesionales, razonables y justos.
¿Han cerrado empresas en la zona norte por las cargas tributarias?
Hemos visto consolidación de varias empresas que ya no les ameritaba tener tantas sucursales en el país, particularmente por el efecto del 1.5%. Asimismo, varias pymes y mipymes han desaparecido.
¿El nuevo sistema de facturación es congruente con lo que les explicó la DEI antes de implementarlo?
Toda venta de bienes o servicios debe venir acompañada de su factura conforme a las normas tributarias. Eso es correcto y lo apoyamos. Por ejemplo, no es congruente tanto vendedor informal vendiendo sin factura compitiendo con empresas formales que sí emiten facturas.
Además, es necesario que se revisen los procedimientos de fiscalización de las facturas para ser congruentes con las normas internacionales, entendiendo que no pueden cerrarse negocios por faltas menores.
¿Qué nuevos efectos visualizan por el 1.5%?
Este es un impuesto que no tiene ninguna razón de ser ni ninguna justificación técnica en la economía nacional. El objetivo inicial era obligar a pagar impuestos a aquellos contribuyentes que inflaban gastos artificialmente para reducir sus utilidades y consecuentemente el pago del impuesto sobre la renta. Sin embargo, con el nuevo sistema de facturación se resuelve este tema, por lo que desde septiembre de 2015 debió haber desaparecido. Para agravar más el asunto, no conocemos de un solo caso en que la DEI haya atendido solicitudes, de conformidad con la ley y su reglamento, de devolución de este impuesto.
¿Cuál es la solución definitiva al problema de los vendedores en el centro de la ciudad?
Ha habido suficientes reuniones de trabajo con la alcaldía para acordar soluciones, es cuestión de que tomen una decisión y hacer que ocurra. Hay apoyo firme del sector privado para resolverlo, así como de las autoridades del Gobierno, por lo que resulta impostergable implementar las soluciones a este problema demasiado viejo. Las alternativas son varias: construir un mercado digno contiguo a la gran terminal de buses, invertir en mercados verticales en el centro de la ciudad, convertir en zonas peatonales- comerciales algunas calles basadas en diseños modernos, limpios y ordenados.
¿Cómo califica la gestión como alcalde de Armando Calidonio?
El alcalde ha dedicado exitosamente enormes esfuerzos en ordenar las finanzas y la administración de la Municipalidad, es lo correcto para poder recuperar la ciudad. Ahora debe enfocarse en obras, obras y más obras para tener una ciudad moderna, limpia y ordenada para orgullo de todos los sampedranos y de aquellos que nos visitan. Hay desafíos como la planta de tratamiento de aguas, recolección de basura, mejoramiento de la infraestructura vial, el ornato de la ciudad y soluciones a los bordos. Todos estos son grandes retos que pueden resolverse con el apoyo firme de toda la ciudadanía.
¿Qué pasó con el ajuste del valor catastral de los terrenos que hizo la Municipalidad del que la CCIC se manifestó en contra?
Varias personas naturales y jurídicas impugnaron, y está siguiendo su proceso administrativo.
¿Tuvo eco el reclamo que se hizo por este aumento?
Claro, pusimos a disposición de nuestros agremiados en forma gratuita un formato de impugnación que fue utilizado por muchas empresas sin costo alguno.
¿Cómo deja la Cámara de Comercio a su salida de la presidencia?
Hemos hecho de la CCIC una institución 100% propositiva, capaz de generar soluciones efectivas que están incidiendo positivamente en el país y con un poder de convocatoria como ninguna otra institución a nivel nacional producto de la credibilidad de la cámara.
Nunca antes en la historia de la CCIC se habían tenido reuniones conjuntas entre la CCIC y el Presidente de la República en forma casi mensual con operadores de justicia y otros. Lo más importante es que de todas y cada una de estas sesiones de trabajo han salido soluciones que hoy están dando más seguridad, más salud y creando nuevas fuentes de empleo a nivel nacional.
Nunca antes se había capacitado tantas micro y pequeñas empresas. Se formalizaron convenios con la banca nacional para apoyarlos.
