Como un centinela que vigila El Merendón, la estatua del ex alcalde de esta ciudad, Antonio Bográn Morejón, se yergue magestuosa con la vista puesta en la gran cordillera, junto al puente a desnivel del Bulevar del Sur.
El monumento en honor al edil que más se ha preocupado por proteger el llamado pulmón de San Pedro Sula, pasa muchas veces desapercibido por los conductores que entran o salen de esta urbe. Hace falta una placa en su pedestal que lo identifique.
Es obra del escultor hondureño Jesús Zelaya, dijo el ex alcalde sampedrano Héctor 'Tito' Guillén, quien mandó a esculpir la estatua durante su administración. Empero fue erigida en ese lugar, de frente a El Merendón, por su sucesor, Luis García Bustamante, para que representara más fielmente los esfuerzos hechos por Bográn Morejón en favor de la protección de las fuentes de agua, que se encontraban en las faldas de El Merendón.
En efecto, el mayor mérito de este alcalde que condujo los destinos del municipio de 1917 a 1919, fue haberle comprado al Estado el título de La Protección donde se encuentran los principales surtidores de agua para que la Municipalidad pudiera protegerlos, dijo Guillén.
En este título de dominio pleno están incluidos los sitios donde con el tiempo se construyeron las principales represas de la ciudad: Río de Piedras, Armenta, Santa Ana y La Puerta.
'Era justo que un hombre con una visión tan grande tuviera un reconocimiento de esta clase', expresó Guillén al referirse a la estatua que engalana el paso a desnivel, que será habilitado totalmente la segunda semana de febrero.
La obra se la encargó Guillén a Jesús Zelaya quien posteriormente también esculpió el monumento al El Forjador y Las Lavanderas del parque central.
También el hijo
Bográn Morejón es el padre de otro gran alcalde que tuvo la ciudad en los años 60: Antonio Bográn Paredes, el primero en interesarse por el sitio arqueológico de Currusté, una ciudad de 1,500 años de antigüedad, distante a sólo diez minutos del centro de San Pedro Sula.
En honor a este otro propulsor del desarrollo, la Corporación Municipal, bautizará con su nombre el parque arqueológico adonde se han encontrado unas doscientas estructuras levantadas por los primeros habitantes del Valle de Sula.
Los vestigios de civilizaciones que desaparecieron antes de la llegada de los españoles fueron cobijados celosamente por la naturaleza durante unos quince siglos como para preservar la historia.
Sin embargo, lo que hasta hace unos meses era considerado uno más de los miles de sitios arqueológicos en estudio en todo el país, será convertido muy pronto en el Parque Arqueológico 'Antonio Bográn Paredes'.
Será el quinto parque arqueológico nacional para complementar la lista de Copán Ruinas, El Puente, en La Entrada, Copán; Los Naranjos, Santa Cruz de Yojoa y Cuevas de Talgua, en Olancho. Inicialmente se le llamó Currusté a este sitio que en lengua pech podría referirse a una 'parte de la semilla del cacao'; aunque ésto no es compartida por arqueólogos como Eliseo Fajardo que considera que no se ha establecido el significado de la palabra.
Emprendedor
Otro de los méritos atribuidos a Bográn Paredes es haber sido el artífice de la fundación del Centro Cultural Sampedrano, CCS, junto con otros emprendedores ciudadanos de la ciudad, dijo Eliseo Fajardo, director del Archivo Municipal.
Manifestó que Bográn Paredes fue su asesor por mucho tiempo para establecer la correlación de los libros de actas municipales que serían archivados, de manera particular los correspondientes a la gestión de su padre, conocido como el señor de El Merendón por ese interés que siempre tuvo en proteger la gran cordillera.
En la galería de retratos de los hombres que han gobernado San Pedro Sula, colgados en el Salón Consistorial de la Municipalidad, hace falta el de Antonio Bográn Morejón porque no fue posible encontrar una foto de él cuando se formó la colección gráfica, refirió Fajardo. Solamente está la de su hijo, Antonio Bográn Paredes, con tantos méritos como su progenitor. Aunque ambos gobernaron en épocas distantes, sus labores se complementan porque en ella vislumbraban la San Pedro Sula del futuro.