La Policía de Suffolk, que continuaba ayer la investigación del asesinato en serie de prostitutas de Ipswich, trabaja con un experto en análisis de conductas para tratar de elaborar un perfil psicológico del autor de los crímenes.
Según un experto forense Ian Stephen, el sospechoso podría ser un hombre blanco de entre 20 y 40 años que posiblemente ha sufrido alguna decepción con una mujer en el pasado.
Ante la envergadura de la investigación, en la que participan agentes policiales, el primer ministro británico, Tony Blair, prometió ayer pleno apoyo, para tratar con “el horror de esta situación”, a la Policía del condado de Suffolk, que con sólo 1,323 agentes es una de las más pequeñas de Inglaterra.
A falta de que la Policía confirme si busca a un asesino o a varios, la prensa británica ya ha bautizado al autor de las muertes como “el destripador de Ipswich”.
Tres meretrices han sido asesinadas y la Policía teme que los dos cuerpos encontrados este martes correspondan a las prostitutas que permanecían en paradero desconocido desde la semana pasada.
El detective que dirige la investigación, Stewart Gull, destacó ayer las “similitudes llamativas” entre los cinco casos, en los que todas las mujeres fueron encontradas desnudas y abandonadas en mitad del campo.
Búsqueda
Todos los cadáveres han sido hallados en un espacio de tiempo de diez días en los alrededores de la ciudad de Ipswich, en un radio de nueve kilómetros.
La Policía de Suffolk se mostró ayer convencida de que las mujeres no fueron asesinadas en el lugar donde fueron encontrados sus cadáveres.
“No hemos encontrado lo que parecen ser los escenarios del crimen. Estamos ante lo que parecen ser los lugares donde los cuerpos han sido abandonados”, indicó Gull, sin especificar las razones que les llevaban a plantear esa hipótesis.
Según la prensa británica, uno de los argumentos que sustentan esa tesis es que los cuerpos fueron encontrados en las proximidades de las carreteras A12 y A14.
Gull destacó la gigantesca respuesta ciudadana, al informar que la Policía ha recibido 2 mil 199 llamadas en sólo cinco horas en relación con el caso y subrayó la importancia de que la gente siga aportando toda la información que tenga.
Recompensa
El periódico británico “News of the world” ofreció ayer una recompensa de unos 375 mil euros a quien aporte información “que dé como resultado directamente la detención y la condena de la persona o personas,” responsables de los crímenes.

La Policía ha montado un puesto de vigilancia temporal en Ipswich para estar al pendiente de cualquier eventualidad.
Aunque aún no se han confirmado sus identidades, todo hace temer que se trata de Paula Clennell, de 24 años, y Annette Nicholls, de 29, en paradero desconocido desde principios de diciembre.
El hallazgo de esos dos cadáveres se suma a los de otras tres prostitutas, Gemma Adams, Tania Nicol y Anneli Alderton.
Fecha
Diciembre
Las cinco prostitutas han desaparecido entre el 4 y 9 de este mes.
Datos
Buscan indicios
La Policía espera obtener pistas del agresor o los agresores a través de pruebas de ADN obtenidas en varios lugares.
Brindan ayuda
El consejo municipal de Ipswich ofreció protección a las mujeres narcodependientes para que no corran peligro.
Miedo en las calles
Las prostitutas no se atreven a salir a la calle y el temor es palpable entre los habitantes de la ciudad de Ipswich.
Burdeles
Los hombres “tienen miedo de asistir a los burdeles por temor a que sus nombres estén en la lista de la Policía”.
¿Quién era Jack el destripador?
Jack el Destripador es el pseudónimo dado a un asesino en serie que actuó en la empobrecida área de Whitechapel en Londres en la segunda mitad del año 1888.
El nombre es tomado de una carta a la agencia central de noticias de alguien que decía ser el asesino, publicada mientras se desarrollaban los hechos.
Aunque muchas teorías han sido postuladas, la identidad de Jack el Destripador no ha sido todavía determinada.
Las leyendas que rodean los asesinatos del Destripador se han convertido en un desorden complejo de investigación histórica, una teoría de conspiración libremente interpretada y folclore.
La falta de una identidad confirmada para el asesino ha permitido numerosos comentarios de historiadores e investigadores aficionados que apuntaban a un gran número de posibles criminales.
La prensa escrita, cuya circulación había estado aumentando progresivamente en la época, extendió la noticia y aumentó la notoriedad del asesino debido al salvajismo de los asesinatos y la impotencia de la Policía para capturar al causante de todo, con el destripador evitando ser descubierto a veces por unos pocos minutos.