Dos de las partidas que absorben el 38% de las asignaciones presupuestarias anuales corresponden a dos de las Secretarías que más problemas por huelgas salariales afrontan.
Sin embargo, por mucho dinero que se les asigne, nunca parece ser suficiente para satisfacer las necesidades de quienes trabajan en esas dependencias, al grado que las autoridades deben hacer malabares con los recursos que tienen disponibles para lograr, sin demasiado éxito, cumpir con las obligaciones de pago.
Mientras tanto, los médicos se quejan de falta de medicamentos en los hospitales; los estudiantes de primaria y secundaria reciben clases, cuando no hay paro, en aulas que presentan condiciones rudimentarias para la educación.
“El problema de las Secretarías de Salud y Educación es que la gran masa salarial que necesitan es prácticamente la totalidad de lo que presupuestan; es decir, que no hay para cosas de crecimiento, de desarrollo del sistema educativo y del sistema sanitario del país”, señala Jorge Interiano, economista y anterior presidente del capítulo sampedrano del CHE (Colegio Hondureño de Economistas).
Interiano recordó que, además de los problemas provocados por las deudas, se producen casos de contrataciones irregulares, las que contribuyen a dilapidar los recursos que se les asignan. “Por eso hay una gran cantidad de dinero que no cumple con su función, sino que va a dar a un saco roto”.
Reformulación
El analista sostiene que los sistemas de salud y el educativo precisan de una reformulación
para identificar los renglones en los que se despilfarran sus repespectivos presupuestos.
Un aspecto que demanda atención tiene que ver con presuntos actos de corrupción que se han denunciado, como el reciente caso de malversación de los fondos de la matrícula gratis, en el caso de Educación; o en las compras de medicamentos sobrevaluados en el caso de Salud.
A esto se suma lo que Interiano llama “un gran descontrol”.
“No hay un sistema de evaluación, corrección, de seguimiento del presupuesto en esas instituciones”, dice el economista.
Las precariedades del sistema quedan evidenciadas en los hospitales en los que los pacientes sufren, y en algunos casos mueren, por falta de atención, por
operaciones pospuestas y por
recién nacidos colocados en cestos sobre el piso.
Cuando los estudiantes hondureños compiten a nivel internacional con estudiantes de otras latitudes, salen a relucir las deficiencias educativas en los pobres resultados obtenidos en dichas pruebas.
Para Interiano, el primer problema que hay que atender es acabar con el desorden que impera alrededor de estas Secretarías. Mientras la mayor parte de los recursos se destinen al pago de salarios “no estamos haciendo nada”, concluye el economista.
El Gobierno ha anunciado recortes por hasta cinco mil millones de lempiras al proyecto de Presupuesto originalmente propuesto por Finanzas; pero a criterio de expertos económicos como Interiano, este debería ser reducido aún más, incluso hasta una cifra inferior al Presupuesto aprobado para 2012.
Educación es la que más absorbe
Con L22,692 millones de lempiras asignados en el proyecto de Presupuesto, la Secretaría de Educación se lleva por mucho la tajada más grande del pastel.
Sin embargo, la mayor parte de ese dinero no va para el mejoramiento de la infraestructura, sino para el pago de maestros, los que irónicamente siguen sin cumplir los 200 días de clase estipulados.
Se ha conocido también que unos ocho mil docentes reciben pagos sin algún sustento legal.
La situación se ha mantenido sin apenas cambios en las últimas administraciones del Gobierno, en donde la dirigencia del gremio ha dedicado más tiempo y energías en exigir, de un Gobierno en precaria situación financiera,
el
cumplimiento de sus obligaciones, que mejorar la calidad educativa, de la que depende el futuro de Honduras.
Salud le pasa factura a los pacientes
Con 11,401 millones de lempira asignados, la de Salud es la segunda partida ministerial por su tamaño.
Al igual que sucede con Educación, este sector se mantiene plagado de huelgas y problemas financieros, cuya consecuencia más lamentable es la desatención de los pacientes.
La mayor parte de los recursos asignados se va para el pago de sueldos y salarios. Esto ha provocado que la mayoría de hospitales estén en abandono, no tengan equipo médico ni medicinas.
Este es el caso del hospital Mario Catarino Rivas, adonde no hace mucho, los médicos han dicho que no tienen “ni jeringas” para los pacientes.
En otros casos, la falta de pago a los proveedores por iliquidez del Gobierno provocó la muerte de dos pacientes renales en La Ceiba, a quienes se les suspendió el tratamiento de diálisis.