20/04/2024
01:14 AM

Más de 70,000 hondureños afectados por divorcios

Entre 2010 y 2016 se disolvieron 35,781 matrimonios. Tras la separación, los cónyuges sufren depresión, trastornos de adaptación, intentos suicidas y, muchos, alcoholismo.

San Pedro Sula, Honduras.

Más de 70,000 hondureños han sufrido depresión o cualquier otro trastorno psicológico a causa de rupturas matrimoniales o de pareja que, cada vez, se vuelven más frecuentes.

Entre 2010 y 2016, la Unidad de Estadística del Centro Electrónico de Documentación e Información Judicial registró 35,781 divorcios en todo el país. De esa cantidad, el Registro Nacional de las Personas (RNP) inscribió 9,786 divorcios tramitados por un notario y los juzgados de familia cuantificaron 25,995.

La ruptura matrimonial, por la vía del mutuo consentimiento o mediante la vía contenciosa, es un fenómeno en ascenso entre los hondureños: en 2010, las autoridades registraron 3,954 casos y el año anterior 6,014. Hubo un crecimiento de 34%

Estos divorcios y las separaciones de parejas que no están casadas, las cuales no son registradas por instituciones estatales, han obligado a los cónyuges y a hijos a visitar hospitales (públicos o privados), clínicas y organizaciones que ofrecen apoyo psicológico.

Las resoluciones de divorcio de los juzgados de familia por la voluntad de ambos esposos también se incrementaron en los últimos años.

Entre 2010 y 2016 se disolvieron 35,781 matrimonios. Tras la separación, los cónyuges sufren depresión, trastornos de adaptación, intentos suicidas y, muchos, alcoholismo.
Efectos

“La separación o divorcio puede producir trastornos de adaptación, depresión, trastorno de ansiedad, intentos suicidas, que es más frecuente en las mujeres, y aumento del consumo de alcohol en los hombres”, explicó América Chirinos, directora del Hospital Psiquiátrico Mario Mendoza de Tegucigalpa.

En los niños, dijo Chirinos, “ trastornos de ansiedad, depresión y problemas de aprendizaje”, mientras en los hijos adolescentes “trastornos de ansiedad, depresión, reacción oposicionista, uniones con grupos que los hagan sentir parte de algo, problemas en el colegio y consumo de alcohol y drogas”.

El número de personas psicológicamente afectadas por las separaciones afectivas podría superar las 200,000 en la última década, según organizaciones vinculadas al tema, considerando que este problema no solamente tiene una repercusión en los matrimonios, sino también en los hijos, en personas en unión libre y en novios con relaciones prolongadas.

La migración hacia Estados Unidos, la violencia intrafamiliar, infidelidad sexual y la infidelidad virtual mediante redes sociales como Facebook, están haciendo mella en muchas parejas y desbaratando la base de la sociedad.

Foto: La Prensa

Según estas, los matrimonios se disuelven porque las parejas no tienen comunicación.
Apoyo

En San Pedro Sula, todas las semanas decenas de personas asisten a la oficina de la organización Teléfono de la Esperanza o llaman para ser escuchadas y encontrar una solución a su problema emocional.

“Todos los días recibimos llamadas en la cabina. Hay personas que solo quieren ser escuchadas, otras quieren recibir apoyo”, dijo Elizabeth Zapata, voluntaria de la organización Teléfono de la Esperanza.

Zapata explicó que estas personas “se sienten atrapadas en un torbellino de sentimientos, como decepción, venganza, ira, impotencia, miedo, tristeza, soledad y culpa”.

Zapata, quien es ingeniera química, se convirtió en voluntaria del Teléfono de la Esperanza hace una década luego de recibir apoyo emocional tras haber concluido un noviazgo de seis años.

“Después de una separación afectiva pasamos por seis etapas: el shock, cuando nos está sucediendo, dura entre un mes, dos meses. Es cuando no entendemos y nos sentimos confundidos. La persona no duerme y somatiza. La segunda es la pena, la tercera es la culpa, la cuarta es resignación y el adiós, la quinta es la reconstrucción y la sexta etapa es la resolución”.

Para ayudar a superar las crisis emocionales, el Teléfono de la Esperanza ofrece talleres gratuitos a las personas en proceso de separación y también a quienes deseen fortalecer el matrimonio.

Foto: La Prensa



Prevención

Para que los matrimonios no se desintegren y los hijos no sufran por las separaciones, organizaciones religiosas como la Iglesia Católica poseen grupos que celebran todas las semanas actividades orientadas a fomentar la comunicación entre los cónyuges y los principios morales en la pareja.

Ayuda
Teléfono de la Esperanza necesita psicólogos para que ayuden de manera voluntaria.
Arnulfo López y Wendy Rodríguez, una pareja que tiene 18 años de casada y que coordina el Movimiento Familiar Cristiano, le dijo a LA PRENSA que la “clave para que las parejas mantengan un matrimonio sólido es la comunicación”.

“Nosotros, cuando no teníamos conocimiento de Dios, teníamos problemas, no había diálogo. El diálogo es la llave fundamental, la herramienta perfecta para el matrimonio y la familia”, dijo Rodríguez.

Su esposo, López, está convencido que “solamente con la ayuda de Dios las parejas pueden salir adelante”.

López y Rodríguez, padres de tres niños, les recomiendan a las parejas que “se quejan de aburrimiento los fines de semana asistir a las iglesias y alejarse de las distracciones que pueden causar infidelidad”.

El Movimiento Familiar Cristiano ofrece ciclos de formación espiritual a las parejas (novios y esposos) que deseen fortalecer sus matrimonios.

En estos ciclos (de tres años), que incluyen retiros espirituales, les enseñan sobre la humildad, el respeto, la paciencia y hacen reuniones para que todas las parejas compartan.