Apenas doce denuncias de robos a viviendas cuenta la sección de Robos de la Dirección Nacional de Investigación Criminal de San Pedro Sula en septiembre. Las cifras indican que los robaviviendas han disminuido sus operaciones en barrios y colonias o que los pobladores ya no quieren denunciar.
En agosto fueron recibidas 10 denuncias y las zonas donde se produce el mayor número de saqueos de viviendas son Jardines del Valle, Trejo, Castaños, Del Valle, Villas Mabel, Zerón, Juan Lindo, Río de Piedras y Las Acacias.
Según la Policía, varias bandas vigilan en zonas residenciales para robar televisores plasma, joyas, laptops y dinero en efectivo y cuando pueden cargan con todo.
La Policía capturó en abril a una banda de robaviviendas encontrada in fraganti robando en Chamelecón, pero les siguen la pista a individuos detectados en varios puntos de la ciudad.
No sólo las viviendas son blancos. Varios centros de enseñanza y paradas de buses se han vuelto puntos preferidos de los delincuentes y por ello las autoridades han tomado las medidas para prevenir asaltos y capturar a los malvivientes que operan en zonas ya identificadas de San Pedro Sula.
Cómo operan
LA PRENSA divulgó en ediciones anteriores algunas señales que los robaviviendas utilizaban para marcar las casas que iban a ser robadas. Ante la alerta, los delincuentes cambiaron de estrategia y ahora vigilan los movimientos de los dueños para asaltar.
El seguimiento les permite conocer cuándo una vivienda está sola y es el momento que aprovechan para ingresar.
“Varias formas utilizan los robaviviendas en la ciudad para ejecutar los robos. Prefieren que en la casa no halla nadie para ingresar y llevar lo que pueden. Algunos hasta en carros cargan rápidamente los enseres y dejan las casas vacías.
También esperan que los dueños lleguen y al abrir los portones salen a encañonar y obligan a los propietarios a entregar los enseres de las casas”, informó el inspector Gilberto Ayestas, jefe de la sección de Robos en San Pedro Sula.
Los investigadores señalaron que otra forma detectada en el robo de viviendas es que los ladrones se hacen pasar por agentes de la Policía de Investigación e informan a los dueños de casas que tienen una orden de cateo; eso les facilita el ingreso y los atracan.
Los equipos de investigación dan seguimiento a las denuncias de algunos afectados e identifican a personas de las que se manejan retratos para capturarlas. Hasta ahora no han determinado el número de bandas que asaltan viviendas.
Se defienden
Trancas, guardias de seguridad, serpentinas, cámaras de seguridad y calles cerradas son parte de las medidas que los pobladores han tomado contra la ola de robos a viviendas que hasta julio reportaban varias colonias de la ciudad.
Los propios pobladores decidieron tomar medidas e implantar controles en las entradas y salidas para evitar los robos.
“Nos vimos obligados a tomar medidas. Se han instalado cámaras en la colonia, se contrató a guardias privados y muchas calles han sido cerradas. Ya no se aguantaba que en un día tres a cuatro casas fueron blanco de los delincuentes.
Con las medidas hemos visto que los robos bajaron, pero nos tocó organizarnos y hacer nuestra parte porque la Policía no tiene elementos suficientes para apoyar en la vigilancia”, indicó una vecina de la colonia Jardines del Valle.
En muchos barrios y colonias, los ingresos son controlados y en algunas zonas, si no hay autorización, no es posible entrar. Esas medidas bajan la incidencia de robos a viviendas.
Centros de enseñanza
La delincuencia no perdona y los centros de enseñanza privados y públicos se vuelven vulnerables a las bandas de asaltantes que andan al acecho de víctimas.
Celulares, dinero y prendas son el objetivo de los malvivientes que operan en escuelas, colegios y universidades. La cantidad de denuncias que varios padres de familia interpusieron ante las autoridades policiales hizo que patrullas motorizadas se desplacen a los centros educativos para apoyar la vigilancia en estas zonas permanentemente, en especial en la entrada y la salida de los alumnos.
“Desde hace tres meses damos permanente seguridad a varios centros de enseñanza. Eso ha evitado que continuaran los asaltos a los alumnos a la entrada o salida de clases.
Muchas veces, los propios estudiantes provocan los asaltos porque exhiben los celulares o portan joyas y eso tienta a los ladrones. La orden de los superiores es vigilar las escuelas, colegios y universidades”, apuntó uno de los motorizados que montaba vigilancia en un colegio de la ciudad.
Paradas de buses
Las aglomeraciones en horas pico son clave para los asaltantes en las paradas de buses. Las quejas constantes de los usuarios del transporte urbano alertaron a las autoridades policiales, que ahora patrullan puntos vulnerables como Maheco, que ha sido una de las zonas críticas de la ciudad, y otras paradas de buses en el centro de San Pedro Sula, puntos preferidos de los asaltantes.
“Varios puntos de buses y taxis se han convertido en zonas de asaltos. Estamos trabajando para capturar a los asaltantes que intimidan a las personas en estos sectores.
En coordinación con la Policía Preventiva se da seguimiento a los delincuentes y hemos visto que los asaltos han ido a la baja en las viviendas, paradas de buses y centros educativos. Sin embargo recomendamos a las personas que eviten sacar los celulares en esas zonas, mostrar dinero en efectivo o portar alhajas que las hacen vulnerables al asalto.
Pedimos a la población denunciar; eso es clave en nuestro trabajo para identificar y capturar a los asaltantes. Queremos dar respuestas y los ciudadanos son pieza importante para mejorar nuestra operatividad”, recomendó el comisario Nelson Murillo Pérez.
