Ante la amenaza que representa el aumento de nivel del río Ulúa, el Congreso Nacional declaró estado de emergencia en el vertedero de la Fragua, ubicado en el Valle de Sula, con el fin de que mediante contratación directa se haga la reparación del bordo adonde habitan doce mil personas y las comunidades aledañas que se encuentran inundadas. El decreto instruye a la Comisión para el Control de Inundaciones del Valle de Sula, CCIVS, que ejecute las obras definitivas.
La Secretaría de Obras Públicas, Transporte y Vivienda, Soptravi, está obligada a auxiliar a la CCIVS en la reconstrucción del vertedero, y que Finanzas disponga de los fondos asignados a la comisión para hacer las transferencias para comenzar las obras programadas para la acción de emergencia.
Las inundaciones y el pronóstico de lluvias, además, obligó a la Comisión Permanente de Contingencias, Copeco, a alargar período de alerta roja por 48 horas más. Entre tanto, para las comunidades aledañas al río Chamelecón, la alerta roja que se había decretado el miércoles fue reducida a alerta amarilla, la cual se mantendrá hasta el día sábado 7 de agosto, ante el peligro que también corren los habitantes de las comunidades aledañas el cauce.
Un recorrido por las zonas dañadas bastó para que las autoridades competentes conocieran las inundaciones que fueron ocasionadas principalmente por el río Ulúa. Potrerillos que fue uno de los lugares más perjudicados y ya cuenta con 1,184 personas damnificadas, las que fueron alojadas en tres albergues habilitados para la población de ese municipio. En la escuela Minerva de Potrerillos se encuentran 78 familias refugiadas desde el miércoles en la tarde. Otros sectores como San Luis de Zacatales en Santa Cruz de Yojoa, la aldea Santiago de Pimienta y El Progreso, Yoro, han sufrido también las consecuencias de las lluvias.
Desde la mañana del miércoles en la mañana los grupos de rescate, militares e instituciones municipales y gubernamentales se activaron por la emergencia declarada por Copeco para el Valle de Sula.
Preocupación en municipios
Con la llegada de la nueva tormenta número 22 que se anunció ayer, la Secretaría de Agricultura y Ganadería, SAG, se unió a Copeco para el monitoreo de los lugares afectados. El comisionado de Copeco, Lisandro Rosales, indicó ayer en una reunión con el titular de SAG, Jacobo Regalado, que el principal problema por el que se dieron las inundaciones obedece a la gran cantidad de lluvia.
“Sabemos que los niveles más altos de los ríos están en el Valle de Sula, lo que ha motivado el rompimiento de unos 500 metros de bordos en Potrerillos y Santiago”, explicó Rosales. Para ayer en la tarde se esperaban 30 milímetros de lluvia en el occidente del país, adonde nacen los ríos Chamelecón y Ulúa. Regalado señaló que existe la preocupación por los cultivos de esas zonas que ya habían sido golpeados por las lluvias. “Tenemos unas 400 manzanas de cultivos de caña, plátano, banano y granos básicos perdidas y esperamos que no aumenten en las próximas horas”, manifestó. Los habitantes de los municipios inundados se encuentran vigilando el comportamiento de los ríos Ulúa y Chamelecón.
En La Lima, según las autoridades, el canal Maya ha ayudado en el alivio del Chamelecón. Digna Corea, afectada, dijo que el Gobierno no ha apoyado lo suficiente a la Alcaldía, “por eso es que tenemos este problema todos los años, pues somos un municipio de bajos recursos”.